Está bien que los dirigentes y el director deportivo se hayan tomado estos días de reflexión y autocrítica para ver qué fue lo que se hizo bien (la primera mitad de la temporada) y qué se hizo mal (desde el inicio de la segunda rueda en adelante). Las decisiones “en caliente” no son buenas consejeras. Pero tampoco hay que “dormirse” y se pueden ir tomando algunas decisiones, empezando por la más importante de todas que es la de saber si Diego Osella va a continuar como “capitán del barco” o si se buscará otro conductor.

Una vez cumplimentada esa decisión (reiteramos, la más importante de todas y que no puede demorarse demasiado), vendrán las otras que, por ejemplo, contempla la situación de los jugadores que finalizan sus contratos y que se supone que en su gran mayoría dejarán de pertenecer a la institución.

En esa lista, entre otros, están Giménez, Vicentini, Antonini, Garcés (inminente viaje a España para terminar de arreglar su incorporación a Alavés), Goltz, Greising, Herrera, Lopes, Navas, Delgadillo, Sabella, Henríquez, Bernardi, Jourdan, Prediger, Guille, Juncos, Axel Rodríguez y Toledo.

Además, se deben definir otras cuestiones como la compra o no de la mitad del pase de Lago (que estará ausente hasta marzo, aproximadamente), valuado en 350 mil dólares a Talleres de Córdoba. También hay otros jugadores que tienen contrato vigente por un tiempo más, como Kevin Colli (no jugó nunca) y los que se sumaron en este último tiempo (Rossi, Garrido, Soñora y Nicolás Fernández).

“Nos tomamos toda la semana para reflexionar, pensar y sacar conclusiones. Ahora tenemos que perfilar lo que queremos como proyecto para el año que viene”, confesó un dirigente sabalero a El Litoral.

Cuando se habla de “proyecto” en Colón, ¿a qué se refiere? Esta situación invita a pensar que no puede contemplarse otra cosa que no sea el ascenso a Primera. Es decir, armar un plantel capacitado, con un técnico que lo haga rendir y convierta a Colón en protagonista, como lo fue en las primeras 19 o 20 fechas de este año. Después, la caida se fue haciendo cada vez más notoria e imparable, con el final que ya se conoce y que define a la campaña con la palabra fracaso.

Osella mantuvo reuniones con Iván Moreno y Fabianesi, manifestó su plan de trabajo en el caso de que se decida la continuidad y está tranquilo con la labor que desarrolló en los seis partidos que dirigió cuando le llegó el turno de tomar a un equipo que estaba muy decaido desde todo punto de vista y que prácticamente debió rescatarse casi “desde las cenizas”. Ganó un solo partido, es cierto, pero estuvo cerca y mereció hacerlo en dos o tres (Atlético de Rafaela, Deportivo Madryn y también All Boys, al que metió contra un arco en el final y estuvo a punto de darlo vuelta).

Con información de: El Litoral

Compartir :

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *