La previa del cotejo que en la noche de lunes animaron Unión y Central Córdoba de Santiago del Estero estuvo marcada por un gestión que seguramente para el protagonista fue una gran caricia al alma.

Emanuel Torres fue uno de los canteranos, que como tantos otros, buscó y plasmó el sueño de poder ser jugador profesional. Le tocó atravesar momentos duros y poner la cara por el club de sus amores en años donde el rumbo futbolístico no era el deseado.

El sábado 5 de junio de 2004 para el pueblo tatengue quedó marcado a fuego. Los rojiblancos enfrentaban a El Porvenir en cancha de Lanús, por la última fecha del certamen Nacional 2003/04.

Unión tenía que ganar y esperar que Belgrano supere a Los Andes para evitar el descenso a Primera B Metropolitana. Y allí apareció Memo con un gol recordado por los siglos de los siglos.

Torres, que forma parte del fútbol amateur, trabajando en la institución, vivió un episodio realmente triste y repudiable en ocasión de la victoria contra Boca, cuando agredieron a su esposa y a él por no gritar el gol de Corvalán.

La dirigencia tomó cartas en el asunto identificando a los agresores y haciendo uso del derecho de admisión. Este homenaje también es un Mimo para Memo, verdadero hombre identificado con los colores rojo y blanco.

Fuente: UNO

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