Racing tiene un compromiso complicado este sábado frente a Independiente, en un nuevo clásico de Avellaneda. Llega confiado al Estadio Libertadores de América, más allá de la derrota 0-2 con Godoy Cruz en la jornada pasada.
Pese a que viene de un tropiezo, no sufrió el mismo golpe que le propinó el 0-1 con Unión en el debut. Aquella vez fue un equipo sin ideas, confundido y que no pudo doblegar al rival. Ante el Tomba, la Academia tuvo chances. La visita tuvo la pelota 20 o 25 minutos y en ese tiempo metió lo poco que generó.
El equipo conducido por Gustavo Costas cambió la actitud después del Tatengue y fue superándose entre fecha y fecha, mostrando un estilo de juego que supo adaptar al rival de turno. Aún así no mutó algo esencial para el DT: la entrega por parte de los jugadores y las ganas de recuperar la pelota al instante.
El clásico con Independiente será muy complicado. El Rojo viene bien desde lo anímico, con Carlos Tevez que aparentemente fue encontrando el 11 ideal y demostró ser inteligente como aquel viejo mañero que gana al truco sin mostrar las cartas.