El «Ferroviario» perdió 3-0 ante los rosarinos en el Único Madre de Ciudades como parte de la jornada 24 del torneo de Primera División. Iván Ramírez, en contra, Willer Ditta y Marcelo Esponda le dieron la victoria a la visita.

La Liga Profesional transita sus metros finales. Cuatro partidos en menos de dos semanas. Y a Newell’s se le hizo larga, como a todos. En el Parque queda poca nafta y estar tan cerca del objetivo de ingresar a una Copa obliga a un último esfuerzo. Por eso el choque de esta noche con Central Córdoba es una buena oportunidad para acumular unos puntos más.

Adrián Coria sabía que Willer Ditta no podía seguir afuera. Un partido de descanso y otro en el banco, demasiado para un titular indiscutido. Pero sacar a Gustavo Velázquez, el mejor jugador leproso, o a Cristian Lema, un referente, tampoco era sencillo. Así que la solución fue encajonar un rato los ideales y cambiar esquema. Línea de tres -o de cinco- y solución perfecta. Mucho más si se tiene en cuenta que con Sanguinetti el equipo ya jugó bajo este dibujo, en este mismo torneo, cuando Newell’s peleaba arriba.

El cambio también se vio beneficiado por la ausencia de Djorkaeff Reasco. Sin el ecuatoriano, la opción de Coria era Cristian Ferreira, pero el ex River se pasa más tiempo en la enfermería que dentro de la cancha y no viajó por una sobrecarga muscular. Y el esquema 3-4-3 o 5-2-3 cierra perfecto con los tres atacantes: Garro, Juanchón y Panchito. Pablo Pérez deberá encargarse de la conducción, al menos hasta que el físico le aguante.

Jugar en Santiago del Estero es complicado. En especial con este equipo de Abel Balbo que viene en alza. Pero Newell’s tiene un potencial inesperado: es el mejor equipo cuando juega de visitante. La efectividad superior al 50% fuera del Coloso es una marca que impone respeto. Y sin importar las razones de este rendimiento externo, los números avalan y hay que aprovecharlos.

El otro punto que genera inquietud es el arbitraje. La Lepra se vio afectado por fallos perjudiciales en muchos partidos y todo genera sospecha. Para colmo Jorge Baliño no es un árbitro por el que se pueda poner las manos en el fuego. Newell’s prefiere no enredarse con ese sentimiento de vulnerabilidad, aunque a veces se siente indefenso.

Queda poco. Cada punto ganado suma mucho, cada desliz complica. Entrar a una Copa es posible, quedarse afuera será un golpe duro. Todo depende de la energía del equipo en este tramo final.

Compartir :

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *