Facundo Garcés, con un salario en pesos que se aproxima mucho más a un jugador amateur que profesional, entrena en Colón sabiendo que no jugará más en Colón. En realidad, su decisión es no jugar más en Argentina. Con la de Botta terminada y la de «Wanchope» Ábila «en vías de…», sin dudas la de Facundo Garcés es la novela del verano 2024. O bien el culebrón de invierno para los españoles. Por lo pronto, en un puñado de días se conocerá el final, ya que se cierra el mercado español y se termina el tiempo de espera del Alavés. De paso, el contrato del ex capitán sabalero se termina en diciembre de este año.
Federico Raspanti, actual representante de Garcés, bajó la oferta del Alavés de España a través de Gustavo Goñi. Como lo informó El Litoral es un préstamo con opción condicionada de compra. Los puntos más importantes son:
- Préstamo por seis meses sin cargo al equipo español
- Si Alavés no desciende, Colón recibe 600.000 euros limpios y se queda con el 30 por ciento de la ficha
- El jugador firma por cuatro temporadas
- Colón tiene a su favor, un bonus por cada año de contrato
- Si por cada temporada, 2024-2028, Garcés completa 20 (veinte) partidos en Alavés, el Sabalero cobra 100.000 euros limpios por cada año
¿Qué es lo que objeta Colón de este propuesta?: por un lado, que el ingreso de dinero está «sujeto a…» y tiene que ver con el posible descenso del Alavés. «Si eso pasa, se lo vamos a prestar gratis medio año sin cobrar un solo euro». Por el otro, en el camino administrativo al revisar los contratos de Garcés, los actuales dirigentes dicen que se encontraron con una exclusividad de venta de la gestión anterior, donde un agente FIFA se vería favorecido: «Si a la operación no la realiza quien tiene la exclusividad, Colón debe pagar una multa de 1.000.000 de dólares».
En el mismo sentido, mientras el jugador (Garcés) y su agente (Raspanti), dejaron en claro que «no van a jugar en ningún club del fútbol argentino», Lanús acercó una oferta formal de compra por la mitad del pase. Ese monto «granate» le cerraba a Colón y a quien tiene la exclusividad; no así a Garcés y su entorno.
Pasando en limpio, lo de Lanús está caído y lo del Alavés se cae en un puñado de días, cuando cierre el mercado europeo. En el medio, para complicarla más aún, apareció una tercera oferta, que no acercó el entorno del jugador y tampoco quien tiene esa exclusividad. Se trata del Monza, club que compró Silvio Berlusconi hace cuatro años y llegó a Primera.
Hoy, en principio, las opciones parecieran ser dos: 1) Irse al Alavés; 2) quedar colgado. ¿Qué dicen en Colón?: «No queremos sumar un nuevo juicio ni hacernos cargo de esa penalidad de 1.000.000 de dólares y no respetar la exclusividad firmada». ¿Qué dicen en el entorno de Garcés?: «Nosotros les aseguramos que nos hacemos cargo del 15 por ciento de Facundo, del 15 por ciento de El Quillá y del 7 por ciento de esa exclusividad que está dando vueltas; siempre y cuando vaya al Alavés para cumplir el sueño de jugar en Europa».
En cuanto a los plazos contractuales, Facundo Garcés tiene su vínculo asegurado con la institución del Barrio Centenario hasta el 31 de diciembre de este año. De todos modos, tal como lo ampara la FIFA, el jugador podría notificar un pre-acuerdo con cualquier club (Ejemplo: Alavés) en junio de este año, cuando queden seis meses para obtener la libertad de acción.
En estos casos, cuando se plantean conflictos similares, siempre se escucha la frase futbolera: «Se quedará corriendo alrededor de la cancha o cortando el pasto en el predio». Con 24 años, 133 partidos en Primera y pasaporte comunitario, Facundo Garcés necesita pensar en un sola cosa: entrenar toda la semana y jugar los domingos de titular.
Su «no» a Colón es un «no» a cualquier club de Argentina, como consecuencia del sueño europeo; por éso el rechazo a Lanús que ofreció comprar la mitad del pase. A la novela argentina y al culebrón español le quedan seis días. El 1 de febrero cierra el mercado de España; es el tiempo límite de espera por Facundo Garcés de parte del Alavés.
La pregunta, que no llega al millón, es ¿qué hará Colón?. Dejarlo corriendo es un riesgo; asumir un posible juicio de 1.000.000 de dólares es otro riesgo. En el medio del tironeo de representantes, intermediarios, agentes y comisionistas, queda atrapado el jugador, que por ahora parece llevar todas las de perder, con ciber-hinchas sabaleros enojados en las redes sociales con alguien que lloró el descenso igual que ellos.
Darío Pignata para Radio Gol y El Litoral