Rubén Botta hace un año se iba al descenso con Colón. Fueron pocos partidos, con una realidad que ahora lo encuentra en Talleres, elenco que superó 3-2 a Unión en el 15 de Abril.
Más allá de que pudo demostrar todo su talento, el momento más picante de la noche se vivió cuanto empató el partido y con un festejo particular en la tribuna redonda, desató la furia de todos y cada uno de los jugadores del Tate.
Después del partido, expresó que «tengo muchos amigos acá». Para después aclarar: «Hice la F de mi hija Francesca y mi hijo Bautista me pidió que haga la del hombre araña y la hice. Se enojaron. Les pido disculpas, no fue para ellos. La cancha es chica, era el único lugar donde podía festejar: hay mucha violencia».
Y en referencia a su paso por Colón, admitió que «jugué en Colón, es un mimo para Colón que este año no volvió a Primera, tengo muchos amigos acá pero no fue el festejo para la hinchada. Juego a la pelota y nada más. Si piensan eso, les pido disculpas».