Cuando Marco Pellegrino arribó a Independiente en agosto de este año a préstamo hasta mediados de 2025 llegó con el objetivo de ganar el rodaje necesario para regresar con un buen nivel a Milan, el club dueño de su pase que se lo había comprado a Platense en agosto de 2023 y el primer semestre de esta temporada lo cedió a Salernitana, donde disputó solo diez partidos.
A diferencia de lo que le pasó en el conjunto que descendió, el objetivo de su regreso al país era que recuperara el gran nivel y la cantidad de minutos que mostró en el Rojo. Por eso es que el Rossoneri le puso una cláusula que condiciona al elenco de Avellaneda porque si no juega el 60 por ciento de los encuentros, Independiente deberá desembolsar 250 mil dólares, una suma que para la crisis que atraviesa la institución no representa un monto menor.
Teniendo en cuenta que desde que participó de la fiesta en el yate junto a otros futbolistas del plantel profesional y, luego de unas supuestas faltas que «pusieron en riesgo la salud de la institución», según dijo el técnico Julio Vaccari, no volvió a ser considerado podría transformarse en un problema ya que difícilmente llegue a ese porcentaje de encuentros.
Más allá de que todavía le queda toda la mitad del año que viene, en la que tranquilamente podría ganarse el puesto y alcanzar el mínimo de encuentros disputados, lo cierto es que no parece que recibirá pronto un indulto por parte del entrenador (este jueves no fue citado ante Sarmiento) y mientras siga así no volverá a sumar rodaje.
Además, de los seis encuentros que disputó en la zaga central la mayoría siempre fue ante la ausencia de Joaquín Laso, quien más allá de los cuestionamientos hacia su nivel futbolístico, nunca perdió el puesto en la cancha y ya resuelto el conflicto entre su exrepresentante y el club por una deuda, volverá a ser parte del once.