Vaya si debió trabajar Tomás Etcheverry para conseguir el triunfo en el comienzo del Masters 1000 de Shanghai. El tenista platense demostró lo duro que fue el partido luego estrechar manos con su rival y dejar la raqueta en su bolso: un grito de desahogo que fue celebrado por el público en el court 4. El resultado lo dice todo: 7-6, 3-6 y 7-5 ante el neerlandés Botic Van De Zandschulp. Ahora, el horizonte le muestra un panorama complicado, ya que el próximo rival podría ser nada menos que el número 1 del mundo, Jannik Sinner, que viene de perder la final de Pekín frente a Carlos Alcaraz. El italiano jugará con el japonés Taro Daniel.
Etcheverry, de 25 años y 37 del mundo, empleó casi cuatro horas para sacarse de encima a Van De Zandschulp, 29 años y número 67 de la clasificación. Es la segunda vez que el argentino supera al de Países Bajos, ya que este año lo había eliminado de Gstaad en tres sets.
Antes de este encuentro, un argentino quedó en el camino. Se trata de Sebastián Báez, que no pudo con el experimentado francés Gael Monfils (38 años, 46° del mundo) y cayó por 6-3, 4-6 y 6-4. Ya se habían encontrado una vez frente a frente, en Roland Garros 2023, y el triunfo también le correspondió al europeo.