Rodrigo De Paul fue uno de los puntos altos de la Selección Argentina en el triunfo agónico sobre Chile en la segunda fecha de la Copa América. El «motorcito» se adueñó de la mitad de la cancha, jugó con el cuchillo entre los dientes y, en más de una ocasión, caminó por el borde de la cornisa.
Antes del cierre del primer tiempo, el volante albiceleste se salvó de la tarjeta tras haberle dado un pisotón a Gabriel Suazo: fue a buscar un rebote en la medialuna del área y le clavó los tapones en el tobillo al defensor trasandino, que minutos antes había golpeado a Lionel Messi cuando ya estaba sentido del aductor de su pierna derecha.
El cruce de De Paul fue reclamado por el combinado de Ricardo Gareca durante un largo tiempo y también generó repercusiones tras el encuentro en Nueva Jersey. A tal punto que la esposa del lateral estalló en redes sociales: “Una vergüenza. Y para qué decir ese tal número 7…”.
Lejos de bajar los decibeles, Gabriela Rojas siguió descargándose en sus historias de Instagram: “Las tarjetas para el equipo rival no estaban permitidas parece”. Y lanzó fuertes acusaciones contra el actual jugador de Atlético de Madrid: “Eres realmente un sucio. Pudiste haberlo lesionado y ni las disculpas pediste. ¡Mala leche!”.