En una conferencia de prensa realizada este viernes, la Dirección Provincial de Seguridad de Eventos Masivos abordó los incidentes y desórdenes ocurridos en el partido de Copa Argentina entre Colón y Talleres, disputado en Rosario.
Previamente al partido, un grupo de individuos atacó con piedras un colectivo que transportaba hinchas de Colón hacia Rosario. Este incidente tuvo lugar alrededor de las 16:30 en la manzana 11 de los Fonavi del barrio Centenario. En el Coloso Marcelo Bielsa, seguidores de Colón lanzaron cinco bombas de estruendo y algunos se subieron al alambrado de la tribuna, generando un clima tenso.
Tras el partido, desconocidos intentaron dañar y robar los puestos de venta de choripanes en los alrededores del Parque Independencia.
Fernando Peverengo, representante de la Dirección de Seguridad, reconoció deficiencias en el operativo de control y mencionó que podrían estar relacionadas con conflictos internos en la barra brava conocida como Los de Siempre, que se presume responsables de los disturbios en Rosario.
“Somos autocríticos y claramente el operativo fue deficiente”, admitió Peverengo. “Es evidente que hubo fallas en los cacheos o, al menos, en esa parte del operativo”, añadió, refiriéndose a la entrada de bombas de estruendo al estadio.
Peverengo señaló las dificultades inherentes a controlar el ingreso de pirotecnia a los estadios, pero enfatizó la necesidad de seguir mejorando los controles. “Vamos a analizar las imágenes para identificar a las personas que se subieron al alambrado y aplicar el derecho de admisión”, afirmó.
Sobre el origen de los disturbios dentro del estadio, Peverengo sugirió que podrían derivarse de un conflicto interno en Los de Siempre, la barra brava de Colón.
“La principal hipótesis que manejamos es una disidencia interna en Los de Siempre, ya que hace poco más de un mes cambiaron su liderazgo, lo que podría haber generado tensiones entre ellos mismos”, explicó.
Peverengo añadió que no se descartan otras teorías, como la posibilidad de un mensaje dirigido a la dirigencia del club o conflictos internos dentro de la barra. “No descartamos ninguna hipótesis, pero parece probable que los problemas sean internos o un mensaje a la dirigencia”, concluyó.