Pablo Ruggeri, un joven argentino de 24 años, ha emprendido un viaje singular desde su pequeño pueblo natal en la provincia de Buenos Aires hasta los Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades. Desde su partida en 2021, ha labrado un camino en tierras norteamericanas, trabajando arduamente como asistente de enfermería en Springfield, Missouri, mientras persigue su sueño de estudiar medicina.
Sin embargo, su corazón sigue latiendo al ritmo del fútbol argentino, y este año Ruggeri se propone un desafío aún mayor: recorrer miles de kilómetros para presenciar el debut de la Selección Argentina en la Copa América 2024. A pesar de la distancia y las dificultades, Ruggeri no escatima esfuerzos para volver a conectarse con sus raíces y apoyar a su equipo nacional.
Para Ruggeri, esta no será la primera vez que viva la emoción de ver a la Albiceleste en acción. Recuerda con cariño el amistoso contra España en 2010, al que asistió en su Argentina natal. Ahora, decidido a presenciar el enfrentamiento contra Canadá el 20 de junio en Atlanta, está dispuesto a enfrentar más de 2.000 kilómetros de trayecto en un auto con algunos años encima, pero cargado de ilusiones.
Con un espíritu indomable, Ruggeri se aferra a la pasión por el fútbol y el amor por su país, sorteando obstáculos y sacrificios en su travesía hacia el estadio Mercedes-Benz, donde la emoción y la camaradería de miles de argentinos se entrelazarán en un solo grito de aliento. Su historia encarna la perseverancia y el vínculo inquebrantable con la patria, demostrando que, incluso en la distancia, el fútbol es capaz de unir corazones y forjar recuerdos imborrables.
En palabras citadas por TN, Ruggeri expresó: «Las entradas no fueron nada baratas, la verdad, pero no podía no ir». Su determinación refleja el fervor y la devoción que muchos argentinos sienten por su selección, trascendiendo fronteras y superando obstáculos para estar presentes en momentos trascendentales del deporte nacional.