Federico Lussenhoff es un hijo querido de Venado Tuerto, donde nació el 14 de enero de 1974. Por lo tanto, fue uno de los invitados de lujo en el festejo de los 140 años de la ciudad, donde la gran «estrella» fue la llegada de la Copa del Mundo. El ex Colón y amigo del actual DT de Unión, el «Kily» González, fue uno de los más de 10.000 venadenses que pasaron por el Centro Cultural de Venado Tuerto para sacarse «la foto» con la Copa del Mundo ganada por Messi en Qatar. «Si no me saco con la familia, me matan», decía el «Colo», acompañado por su esposa y una de sus hijas.

«Hoy es un día de fiesta para la ciudad, es impresionante la cantidad de gente que está esperando ahí afuera para sacarse la foto con la Copa del Mundo. Yo tengo mis viejos viviendo acá, que es el lugar donde nací. Ahora, con mis obligaciones en Central, vivo en Rosario…pero siempre vuelvo. Le quiero agradecer al intendente, Leo Chiarella, por la gentileza de invitarme y por todo lo que está haciendo por esta Venado Tuerto cada vez más linda», arrancaba el «Colo» Lussenhoff el mano a mano con El Litoral.

Su carrera como profesional en primera comenzó en Rosario Central, jugando desde 1992 hasta diciembre de 1995, siendo pieza fundamental en el esquema del equipo y obteniendo la Copa Conmebol de 1995 en una definición electrizante. «Yo estaba muy acelerado como la mayoría de los mas chicos y mas allá de la sabiduría de Don Angel (Zoff) y de los referentes que eran el Polilla (Da Silva), Palma y los grandes. Los mas pibes queríamos ir a por todo, yo me pasé de rosca en una de las primeras intervenciones y llegué a la altura de la rodilla de un rival. Me sacaron amarilla y mas tarde la roja y afuera. Lo que era una aventura terminó prácticamente en una hazaña por aquella final del 4 a 0 y es un recuerdo imborrable dentro de mi carrera futbolística».

Luego, desembarcó en la liga mexicana a principios de 1996 para jugar en el Toros Neza, firmando contrato del 96 al 97. Su siguiente paso fue volver a Argentina al San Lorenzo de Almagro de mediados 97 a fines del 98, retomando el buen nivel que lo catapultaría después en la escuadra del Tenerife de España jugando desde 1999 al 2002, para luego pasar al Mallorca, donde jugaría del 2002 al 2004, convirtiéndose así en campeón de la Copa del Rey en la temporada 2002-03. Las temporadas de Apertura y Clausura del 2005 jugó para el equipo cementero, el Cruz Azul.

Hasta que un día decidió pegar la vuelta para Argentina para jugar en Colón en 2006. Lo que vino después del Sabalero fueron las estaciones finales: River Plate en el 2007; Talleres, del año 2008 a 2009, y retirándose momentáneamente hasta regresar en el 2010 a Sportivo Rivadavia de su ciudad natal​, que militaba en el Torneo Regional Federal Amateur de Argentina.

-¿Qué significó esa vuelta al fútbol argentino y tu paso por Colón en Santa Fe, «Colo»?

-Es un recuerdo bárbaro, un año y medio en Primera con la camiseta de Colón. Confiaron en mí, fue mi regreso al país después de haber pasado por Europa y por México. Mi balance de ese año en Colón fue muy bueno a mi entender, con mucha empatía con la gente. Después de Colón, ese paso me permitió pasar a River y empezar a terminar mi carrera porque ya tenía más de 30 años.

Alguna vez, consultado por el gol mas lindo de los 24 que marcó en su carrera, el Colorado sorprendió con la respuesta: «Fueron dos los más lindos. Jugando en River lo saludé varias veces a Francescoli, un ídolo. El príncipe le hizo un gol de chilena a Polonia. Federico Guillermo Luseenhoff metió dos, je. Uno fue jugando en Colón contra Gimnasia de Jujuy cuando debutaba Bauza como técnico y el segundo cuando lo hacía en San Lorenzo ante Newell’s donde atajaba Nacho González. Ese gol está cuarto en el ránking del club de Boedo».

-Como todo ex jugador sabalero, imagino contento el día que Colón fue campeón por primera vez del fútbol argentino…

-Es que eran años de grandes planteles, grandes entrenadores y siempre con esa ambición de conseguir un título que se negaba. Me puse muy contento el día que Colón salió campeón porque fue algo muy buscado y merecido. Lo que espero es que Colón ahora pueda reflotar y llegar a Primera División.

-«Colo», sos el secretario técnico de un Rosario Central protagonista: mucho tiempo invicto de local, ganador de clásicos y ahora en Copa Libertadores. ¿Estás conforme como manager «canalla»?

-Estoy muy feliz con la función que me confiaron, en este primer año de gestión fuimos de menos a más con una situación complicada en los inicios. Pero a partir de ahí estuvimos trabajando muy bien y apostando a la experiencia internacional que es donde estamos compitiendo ahora por la Copa Libertadores. La verdad que encaramos un año con grandes desafíos.

-Y en medio de ese desafío de Lussenhoff manager, un par de veces el «Kily» casi te lo saca a Malcorra…

– (risas) El Kily es un amigo personal y de la casa. La verdad que lo veo muy bien, está trabajando muy bien en Unión; con ese carácter que siempre propone y espero que los resultados se le den al Kily en Unión porque se lo merece. Por parte del club, en cuanto a Rosario Central y respecto a los ex jugadores, estamos siempre pendientes y en contacto.

En el final de la nota con El Litoral, el «Colo» Federico Lussenhoff deja el cariño para la gente de Colón y para el actual entrenador de Unión. «Con el Kily vivimos en el mismo country de Rosario, en Kentucky. Es más, además de nuestra amistad por tantos años en el fútbol, una de mis hijas es muy amiga de uno de los hijos de Kily. Además del fútbol, ahora estamos relacionado por las cosas lindas de la vida; como son los hijos».

Central y la vuelta de Di María

Hace algunos días, en medio de un contexto deportivo que le sonríe a Rosario Central, el secretario deportivo «canalla» Federico Lussenhoff aceptó que la expectativa a futuro están en poder repatriar a figuras como Ángel Di María, Marco Ruben y Franco Cervi. «Estamos preparados para recibir a cualquier futbolista. El año pasado fue muy bueno y uno se queda con el título, con habernos alejado rápidamente de la zona de descenso y con clasificar a la Libertadores. Todo ese crecimiento crea el escenario para que jugadores de este tipo vean un club ordenado, que quiere más y que crece día a día».

Incluso, se dio un dato de color: los números vacantes en la lista de buena fe (el 9, 11 y 22), a lo que el ex Colón. River y San Lorenzo admitió: «Es algo así como un acertijo, ja. Sobre esos números se trabajará en este semestre para ver si pueden ser ocupados».

Darío Pignata para Radio Gol y El Litoral