El domingo que viene, Colón tendrá otra exigente prueba cuando visite, desde las 13.10, a Brown (A) por la 13ª fecha de la Primera Nacional. Si bien es un rival que está último en la zona B junto a Almirante Brown, viene de ganar su primer partido el pasado fin de semana (llevaba 16 encuentros sin sumar de a tres), por lo que su ánimo se elevó. Ni hablar atendiendo a que jugará en su estadio, que le otorga un plus.
Esto tiene muy en cuenta el cuerpo técnico de Iván Delfino, que está en todos los detalles, amén de que cambia poco y nada la formación. Una constante desde que comenzó el torneo, ya que los retoques fueron mayormente por lesiones o suspensiones.
Colón pisará uno de los estadios más chicos de la Primera Nacional
Uno de los detalles del encuentro estará en el escenario: el estadio Lorenzo Arandilla, casa de Brown de Adrogué y del DT, Pablo Vicó, que ya palpitó la previa. Hace más de una década que lo dirige y, por más que alguno se sorprenda, vive justamente en las instalaciones del club. Todo un prócer, pese a que estuvo a punto de presentar la renuncia.
Justamente se trata de uno de los reductos más chicos de la divisional, con una capacidad cercana a las 4.500 personas. Si bien no se colma siempre, se espera que para el cotejo ante el Sabalero la postal sea a toda orquesta con los espacios cubiertos.
Pese a lo reducido, Brown cuenta con un predio que tiene gimnasio para el plantel, un amplio y moderno comedor, canchas de tenis, un local de indumentaria deportiva y dos canchas auxiliares donde juegan las inferiores. También posee estacionamiento.
En cuanto a las dimensiones del campo de juego (106 x70 metros), no es de las más chicos. En ese sentido, está por encima de Atlético de Rafaela (96,7 x 65,4 metros) y Defensores de Belgrano (98 x 68 metros). Un típico lugar del ascenso que pisará Colón el domingo con la meta de seguir peleando arriba.