Pasan los días pero aún dura la bronca en el Mundo Newell’s por la desafortunada acción que derivó en la expulsión del capitán Ever Banega. Por un lado, los hinchas repudian la actuación del arbitraje, y al mismo tiempo se preguntan si tenía sentido incluirlo en la formación y arriesgarlo de cara al choque más trascendente del semestre. Es que con el diario del lunes, es casi inadmisible para los hicnhas aceptar la ausencia del mejor Banega justo para el derby ante Central.
Por estas horas, Mauricio Larriera debrá intentar suplir la ausencia de un futbolsita que por rendimiento, experiencia y jerarquía, pareciera no tener suplente. El DT uruguayo transita su primer gran desafío: ganar el clásico con la baja medular de su mejor futbolista. Desde su llegada y debut allá por la primera fecha ante Central Córdoba, el 10 se mostró como dueño, amo y señor del equipo. Sus primeras cuatro actuaciónes fueron descollantes, luciéndose incluso más allá de NOB como uno sino el mejor futbolsita en la Copa de la Liga. Con conducción efectiva, sentido de juego colectivo y asistencias quirúrgicas, Éver pareció jugar en el patio de su casa. El enganche se readaptó rápidamente al medio, acelerando etapas de conocimientos de sus nuevos compañeros, con quienes fluyó en un notable entendimiento futbolístico. Su suspensión le duele en el alma a un equipo que deberá reinventarse sin su titiritero, mantener el 4-3-3 con un ingreso puesto por puesto o modificar el sistema hacia un 4-4-2 más combativo e inevitablemente con menos juego.
En concreto, las opciones de Larriera podría ser: Guillemro Balzi, un volante que desde su debut no termina de consolidarse en el 11; el juvenil Esteban Fernández, con apenas un puñado de minutos en Primera; Matko Miljevic podría ser sopresivamente otra alternativa, por sus mostradas características. Y una cuarta opción que implicaría alterar el esquema táctico, incluiría al volante de contención Julián Fernández conformando casi un triple 5 con Franco Díaz y Rodrigo Fernández. Opciones hay, pero todas son apuestas, con un alta carga de exigencia, y sin margen de falencias.
La decisión posiblemente marque la performance ofensiva de un equipo, que deberá generar situaciones propicias para el goleador Ramírez. Por los exrtemos, Aguirre y González, de ser titulares, deberan incrementar su caudal de ataque y desequilibrio para compensar la ausencia del usina central de fútbol leproso, que con los dientes apretados observará el clásico desde el placo presidencial.
La opinión de DT
Larriera sigue caliente con el arbitraje por los daños múltiples que le causó en el partido pasado y en el que viene y apuntó contre el árbitro Rey Hilfer: «La expulsión cambió todo, la actuación del árbitro me dejó muchas dudas”, sostuvo, pese a que el juez originalmente había terminado la cuestión con una amarilla y luego cambió su decisión por un llamado del VAR.
Con respecto a cómo está Banega, Larriera dijo: «Hablé y el primer dolido es Ever. No es un jugador malintencionado y es tremendamente importante para nosotros”. Seguramente, el volante esperaba especialmente este partido, y deberá seguir haciéndolo.