Comenzó una nueva semana decisiva para Unión en su búsqueda por completar el plantel. A pesar del alivio que significó la victoria ante Racing en el inicio de la Primera Nacional, Cristian González aún espera la incorporación de un jugador clave en el mediocampo, capaz de manejar los tiempos y proporcionar pases decisivos en los últimos metros.

El principal objetivo era Jonathan Gómez, con quien se gestionó durante casi un mes. Incluso se hizo una oferta para adquirir su pase, pero Racing la rechazó al considerar al jugador fundamental para Gustavo Costas. La situación resultó en una mejora salarial para el volante.

Esta demora representó un tiempo valioso perdido para Unión, que se vio obligado a buscar un plan B. Kily González expresó su decepción, ya que había dialogado varias veces con el jugador sin éxito. Al no tener una alternativa en mente, la búsqueda de alguien con características similares resultó complicada.

Aunque han llegado refuerzos en otras posiciones, la vacante en el mediocampo persiste, y el entrenador sigue insistiendo en sumar a alguien. Existe un hermetismo notable, ya que no se han filtrado detalles. Rumores del fin de semana sugerían la posibilidad de que el jugador provenga de Brasil, pero es crucial destacar que la directiva tuvo que desembolsar más de 700,000 dólares para levantar las inhibiciones.

Este dinero podría destinarse a una última negociación, ya que el cierre del libro de pases está programado para el viernes a las 20 horas, después de que la AFA otorgara una prórroga. Por lo tanto, Unión trabaja contrarreloj para concretar posibles incorporaciones. Dada la escasa demanda, muchos jugadores que inicialmente pedían sumas elevadas podrían reconsiderar sus pretensiones. Esta podría ser la oportunidad que Unión estaba esperando para satisfacer a Kily González, quien es consciente de las complicaciones. ¿Llegará finalmente ese ansiado volante?