El XIV Torneo Preolímpico de fútbol, que clasificará al campeón y subcampeón para los Juegos Olímpicos París 2024, comenzará mañana en Venezuela, con un notable grado de exigencia y el favoritismo de siempre en manos de los seleccionados Sub-23 de Argentina, Brasil y Uruguay.
Este sábado se jugarán dos encuentros de la Zona A: Ecuador-Colombia, a las 17:00 de la Argentina, y Venezuela, con el DT argentino Ricardo Valiño, frente a Bolivia, desde las 18:00, ambos en el estadio Brígido Iriante de Caracas, con transmisión de DSports.
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El equipo argentino, que tendrá la dirección técnica de Javier Mascherano, debutará el domingo por la Zona B ante Paraguay a las 20:00 en el Polideportivo Misael Delgado, en la ciudad de Valencia, ubicada unos 160 kilómetros al oeste de la capital venezolana.
El torneo culminará el 11 de febrero, tendrá como sede a un tercer estadio, el Metropolitano de Lara en Barquisimeto, y competirán 10 equipos en dos zonas de cinco cada una. Los dos primeros avanzarán al cuadrangular final, cuyo campeón y subcampeón obtendrán los pasajes para los Juegos de París.
La Zona A está integrada por Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia y Brasil mientras que la B enfrentará a la Argentina, Paraguay, Perú, Chile y Uruguay.
En las citas olímpicas sólo Uruguay (1924 y 1928), Argentina (2004 y 2008) y Brasil (2016 y 2020) lograron sumar medallas doradas y sueñan con llegar a París para alcanzar una tercera y quedar como líderes en la región.
Esta será la decimocuarta edición del Preolímpico Sudamericano, que Brasil ganó en siete oportunidades (1968, 1972, 1976, 1984, 1988, 1996 y 2000), seguido por Argentina con cinco (1960, 1964, 1980, 2004 y 2020) y Paraguay con uno (1992).
En la lista de entrenadores que tomarán parte de la competencia en Venezuela trascienden Javier Mascherano en la Argentina, quien estuvo a cargo de la Sub-20 en el Mundial de la categoría el año pasado; el rosarino Marcelo Bielsa (DT de la mayor de Uruguay) y el brasileño Ramón Menezes, que estuvo recientemente a cargo del «Scratch» de forma interina.
Las principales figuras de la Argentina que se verán en el campos de juego serán Thiago Almada, campeón mundial en Qatar 2022; Valentín Barco, nuevo futbolista del Brighton de la Premier League inglesa; el «Diablito» Claudio Echeverri, figura del Sub-17 y futuro jugador del Manchester City y el distinguido mediocampista Federico Redondo, de Argentinos Juniors.
El plantel argentino acudirá al torneo con 22 futbolistas (uno menos de los permitidos), ya que, luego de presentar la lista oficial, el defensor Julián Malatini fue transferido por Defensa y Justicia al Werder Bremen y el club alemán se negó a cederlo. La reglamentación sólo permite reemplazos en caso de lesión.
El seleccionado de Brasil llegará con un ataque temible, compuesto por el juvenil exPalmeiras Endrik, flamante jugador del Real Madrid, y John Kennedy (Fluminense), verdugo de Boca Juniors en la final de la última Copa Libertadores en el Maracaná de Río de Janeiro. Ambos estarán respaldados en el mediocampo por Andrey Santos, hombre del Chelsea que recientemente volvió cedido al Vasco da Gama que dirige el argentino Ramón Díaz.
Uruguay sufrirá la ausencia del extremo Cristian Olivera, quien no fue habilitado por Los Ángeles de la MLS estadounidense, pero contará con César Araujo, mediocampista de Orlando City y citado para la mayor por el «Loco» Bielsa, que además contará con futbolistas del plantel campeón mundial Sub-20 el año pasado.
En Chile sobresale Damián Pizarro, del Udinese de Italia, en Venezuela Kevin Kesly, quien juega en Shakhtar de Ucrania, y en Paraguay Diego Gómez, compañero de Lionel Messi en Inter Miami, y Enso González del Wolverhampton inglés.
Será un torneo muy duro, con partidos cada tres días, y con clasificación para solo dos equipos por zona lo que permite aventurar que lograr uno de los cupos para París será muy complicado. Siempre Argentina, Brasil y Uruguay, los tres bicampeones olímpicos, asoman como favoritos pero Colombia, Paraguay, Chile y el mismo Venezuela, que evolucionó mucho y será local, pueden complicarle el camino a la clasificación a cualquiera.