En su barbería clonaba tarjetas de sus clientes, compraba las entradas y luego las revendía en redes. Fue detenido este martes antes del partido de Colón – Tigre
Este martes por la tarde, en el partido de Colón – Tigre, cayó detenido un barbero que revendía entradas del Sabalero por Facebook. Gustavo Pucheta, subsecretario de Seguridad Preventiva, confirmó que el club ya sospechaba que podía estar siendo víctima de una estafa porque «no les daban los números».
Antes de las 16, Pucheta llegó a la cancha y el inspector de zona le contó que en la Seccional 2ª estaba el apoderado legal del Club Colón radicando una denuncia: «Terceros les dieron a conocer que a través de un perfil de Facebook estaban vendiendo entradas para el partido de este martes, Colón – Tigre, a un precio más barato a lo que habitualmente lo vende una empresa en internet».
Así, el abogado dio cuenta de que el club era víctima de una estafa. «No tenemos el monto que manifestó», añadió. Respecto a su modus operandi, precisó: «Tiene una barbería, donde en teoría le clonaba, le sacaba fotos o de alguna forma tomaba los datos de sus tarjetas de crédito y débito. A través de estas comprabas las entradas y después las revendía», señaló.
El subsecretario contó que, gracias a esta información, como la foto de perfil de la red social, policías de la Comisarías 2ª que se encontraban trabajando en la cancha identificaron a este hombre y lo detuvieron. Luego, se dio conocimiento de la detención al MPA y se inició una causa caratulada como «estafa reiterada». La AIC ya se está haciendo cargo de la investigación. Además, se está evaluando: «Cuatro personas fueron a la comisaría y estamos determinando si son damnificados con las tarjetas de crédito o compraron las entradas. En ese caso, habrá que ver si lo hicieron de buena fe, entiendo que no porque si las adquirieron más baratas de lo que valen puede ser un producto mal habido».
Colón ya sospechaba que podían estar siendo estafados: «Tenían alguna idea de que estaba ocurriendo esto porque en su estado contable no les daban los números».