Fue empate sin goles entre el Ciclón y el Millo en un partido de alto voltaje en el Nuevo Gasométro por la fecha 24 de la Liga Profesional.
El Millonario saltó al campo de juego del Pedro Bidegain con una confirmación: Martín Demichelis repitió los mismos once del partido ante Colón en el Monumental. El buen rendimiento individual y colectivo llevó al entrenador a sostener el “equipo ideal”, sabiendo que llegaban a este encuentro con poco descanso. La importancia del encuentro lo ameritaba.
El clásico comenzó casi desde el vamos a pura intensidad y pierna fuerte. San Lorenzo, que cortó mucho el juego y le impidió a River progresar con el balón dominado. Fue una constante a lo largo de casi todo el partido.
La primera aproximación la tuvo el Millonario a los tres minutos de juego, a través de un remate desde afuera del área de Rodrigo Aliendro. El disparo del ex Colón salió mordido y desviado, bajo el control de Augusto Batalla. Fue, tal vez, el único remate cercano de River en toda la primera etapa.
San Lorenzo tuvo un par de llegadas que tampoco llevaron demasiado peligro. A los 28 minutos y tras un tiro de esquina, Adam Bareiro ganó en las alturas y sacó un cabezazo débil, a las manos del arquero. A los 31′, nuevamente el paraguayo recibió un centro contra el segundo palo y sacó otro cabezazo que fue a las manos del Pulpo, que controló sin dificultad.
El partido se volvió tedioso y previsible. River dominó la pelota pero no sabía que hacer con ella. O mejor dicho, cuando intentaba asociarse desde el juego, chocaba contra la muralla defensiva que proponía el Ciclón. Y San Lorenzo, más preocupado por cuidar el cero que por lastimar al Millonario, ofrecía muy poco desde el aspecto defensivo.
En el complemento el partido presentó otro semblante. En parte porque San Lorenzo se animó a jugar unos metros más adelante y porque River encontró algunos espacios que no tuvo en la primera mitad. La primera clara del segundo tiempo la tuvo el Ciclón, a través de un remate de Malcom Braida que se topó con Franco Armani. El Pulpo se vistió de héroe y sacó un atajadón para evitar la caída de su arco.
Más allá de este primer intento de San Lorenzo, River comenzó a crecer y tener algo de profundidad en los metros finales. A los 10 minutos el Millonario tuvo su primera chance clara a través de un centro de Enzo Díaz que alcanzó a desviar un defensor del Cuervo y que le dejó la pelota servida a Nacho Fernández. El volante definió cruzado y el que apareció esta vez fue Augusto Batalla para detener el disparo.
Un minuto más tarde, el elenco de Martín Demichelis contó con otra chance muy clara. Esta vez, el que se fabricó los espacios para rematar fue Lucas Beltrán, que amagó para un lado, salió para el otro y sacó un disparo cruzado, que se fue apenas desviado. River en ese tramo del partido era más que San Lorenzo, que para colmo se quedó con diez hombres por la doble amarilla de Nahuel Barrios a los 24 minutos del complemento.
Con el hombre de más, River intentó poblar el ataque con más delanteros, pero no obtuvo el resultado buscado. San Lorenzo se volvió a cerrar en el fondo y el Millonario chocó contra esa defensa férrea del local. Solamente encontró algunas llegadas con dos remates desde afuera del área de Nacho Fernández que se fueron apenas desviado. Y sobre el cierre, tras un centro de Díaz y un desvío de uno de los defensores del Ciclón, el que tuvo su gran oportunidad fue Agustín Palavecino, que perdió ante el achique de Batalla, una de las figuras del partido.
El clásico casi termina a las piñas, por algunas situaciones de juego pero sobre todo por los diálogos de algunos futbolistas. Augusto Batalla fue el foco de la bronca de los jugadores de River, que terminaron cruzando algunos insultos. Una imagen de lo que fue el partido en el Nuevo Gasómetro, donde hubo más pierna fuerte que fútbol.