Aun paso. O, mejor dicho, a un game. Así quedó Francisco Cerúndolo de la final del ATP 250 de Eastbourne. El tenista argentino, N°19 del ranking, ganaba 5-2 el tercer set pero no pudo terminar el partido frente al estadounidense Mackenzie McDonald, raqueta N°64 del mundo, a causa de las lluvias. Suspendida la jornada, la semifinal continuará este sábado.

El porteño de 24 años estaba 2-6, 7-5 y 5-2 arriba en el marcador, con un quiebre de ventaja, pero no pudo cerrar el encuentro por la tormenta que azotó a la ciudad británica y que complicó el césped de la cancha. Si bien hoy está muy cerca del partido decisivo, estuvo a punto de perder en el segundo set, en el que llegó a estar 6-2 y 4-1 abajo con doble quiebre en contra , aunque pudo revertir el mal momento y se impuso con un avasallante 7-5 que sirvió como combustible emocional.

En caso de imponerse mañana sobre McDonald, Cerúndolo deberá cruzarse con el ganador del duelo entre Gregoire Barrere (57º) y Tommy Paul (17º), quienes también jugarán en el arranque del fin de semana.

Además, hará historia antes de competir en Wimbledon: se convertirá en el primer argentino en llegar a una final sobre esta superficie en 11 años. El último fue David Nalbandian en 2012, descalificado en la final de Queens frente al croata Marin Cilic por patear un cartel publicitario y lastimar a uno de los jueces de línea.

Por el momento, solamente dos tenistas nacionales conocen la sensación de ganar un torneo en césped. El primero fue Guillermo Vilas, campeón del Masters 1974 y del Abierto de Australia en 1978 y 1979. El otro es Javier Frana, quien se impuso en Nottingham 1995.