El defensor neozelandés Michael Boxall denunció que fue agredido racialmente por un futbolista qatarí en el primer tiempo y al no haber una sanción por parte del árbitro austríaco Manuel Schüttengruber, Nueva Zelanda no salió a disputar el segundo tiempo del partido amistoso en donde vencían por 1 a 0 a Qatar en Austria.
Una vez finalizado el primer tiempo del encuentro que se jugó en Ritzing, Boxall expresó que recibió insultos racistas por parte de un jugador no identificado de Qatar y, tras recibir el apoyo de sus compañeros, no salieron a disputar el segundo tiempo a pesar de ir ganando 1 a 0 con el tanto del mediocampista Marko Stamenic.
Esta información la reveló la cuenta oficial en la red social Twitter del seleccionado neozelandés: “(Michael) Boxall fue objeto de insultos racistas durante el primer tiempo por parte de un jugador de Qatar”, y que sus compañeros desistieron de salir a jugar la segunda etapa del partido. No obstante, el futbolista de Qatar que lo habría agredido no fue revelado.
«Se acercó el capitán de Nueva Zelanda al banco a decirnos que no iban a disputar el segundo tiempo por una serie de insultos racistas hacia un jugador. Nosotros no notamos nada inapropiado”, fueron las declaraciones del entrenador de Qatar, Carlos Queiroz, a un medio local sobre lo sucedido con el jugador de Nueva Zelanda, aunque destacó que no revelaron al culpable.
Según los miembros de la delegación oceánica, una vez que le comunicaron el incidente, la terna arbitral no hizo nada al respecto -no hubo sanciones- por lo que esto fue lo que causó la negativa de salir a jugar el segundo tiempo del partido ante los qataríes.