Alejo Véliz, autor del golazo de cabeza que abrió la goleada ante Guatemala en Santiago del Estero, se mostró contento después de su segundo tanto en el Mundial Sub 20 de fútbol y señaló que «logramos lo que vinimos a buscar -la clasificación a octavos de final- y porque es un primer paso de todo lo que falta».
El oriundo de la localidad santafesina de Gödeken, la localidad ubicada a 170 kilómetros de Rosario, se destacó durante sus inicios futboleros en la Liga Galvense, con Unión Deportiva y Cultural, actuaciones que motivaron la atención de clubes como Colón y Rosario Central. En ese contexto, su familia fue un sostén clave en una vida sin lujos, de mucho trabajo y dedicación.
Su paso por el Sabalero fue fructífero desde lo deportivo, pero insostenible a nivel económico para su familia: «Yo laburaba en la comuna y lo poco que sacaba era para Alejo, para llevarlo a las prácticas, como cuando se fue a probar a Colón” dijo la madre del delantero en una entrevista con diario Olé.
«Ahí quedó y teníamos que viajar todos los días. Y a mí la plata no me alcanzaba. Entonces sus abuelos lo llevaban: arrancaban temprano y volvían a la una o dos de la mañana. Y al día siguiente, otra vez…”.
«El tema es que en Colón no había lugar en la pensión y teníamos que trasladarnos. Así estuvimos un año viajando hasta que él mismo se dio cuenta de que la plata no alcanzaba, porque mis viejos son jubilados. Entonces dijo “hasta acá llegué”.
«Gracias a un pariente y un amigo de San Genaro fanático canalla que le hicieron los contactos y le insistieron, Alejo se fue a Rosario a probar suerte e intentar ser futbolista profesional».