La ciudad de Santa Fe sufrió el 29 de abril de 2003 una de las peores inundaciones de su historia, debido a las intensas lluvias que afectaron a la región. Este desastre natural afectó tanto a Colón como a Unión.
Con respecto al Sabalero, el club sufrió serios daños en sus instalaciones deportivas, entre ellas el estadio Brigadier López, que quedó completamente inundado. Y hasta muchas voces dijeron que ofició de dique de contención para evitar que el Barrio Centenario hubiera sido arrasado. Al punto tal que la Ruta de Circunvalación debió ser dinamitada para lograr la salido del agua.
Así mismo el club tuvo que suspender sus actividades deportivas por varias semanas debido a la emergencia. La crecida también afectó a muchos de los jugadores y a sus familias, que perdieron sus casas y pertenencias
En Unión la situación era similar. El 15 de Abril y el Ángel Malvicino no se libraron de las devastadoras consecuencias provocadas por el avance hídrico. Sin embargo, en San Martín, Unión debía enfrentar a Chacarita, aunque el partido, en principio no se suspendió. La verdad, costaba entender la insensibilidad de los dirigentes frente a un momento tan grave.
En ese momento, el técnico era Juan José López. Por lógica pura se postergó el partido que se iba a jugar el domingo 4 de mayo para el viernes 16. Mientras tanto, el 11 de mayo, River viajó a Paraná. Ese encuentro se llevó a cabo en el estadio de Patronato. El cotejo terminó 1-1 y el gol de Unión lo marcó Capria.
Lo de Unión fue un golpe duro en todo sentido. No sólo porque no pudo jugar en el estadio 15 de Abril, sino porque tiempo después terminaría perdiendo la categoría con jugadores como el «Mago» Rubén Capria, Nereo Fernández, Adrián González (hoy ayudante de Sebastian Méndez), etc. Eso que tanto trabajo costó recuperar con el ascenso conseguido en 1996, de la mano de Trullet y de varios jugadores jóvenes del club que situaron al club en la élite.
Ese mismo domingo, Colón tenía una parada complicada en La Bombonera. Pero Boca mostró su superioridad y logró imponer su juego y poco pudo hacer para revertir la situación. Los goles del equipo Xeneize fueron convertidos por Tévez y el «Melli» Guillermo Barros Schelotto.
A pesar de la derrota, el partido quedó en la memoria de los hinchas de Colón como un momento de orgullo y unidad, ya que se jugó en medio de una situación difícil para la ciudad de Santa Fe, que se recuperaba de una inundación histórica.
En la semana siguiente hizo de local ante Banfield. A pesar de las circunstancias, los hinchas Sabaleros colmaron el Presbítello Grella y alentaron al equipo rojinegro, demostrando una vez más su compromiso y amor por sus colores.
Los clubes recibieron el apoyo de la comunidad y de otras instituciones deportivas, que se unieron para ayudar en la recuperación de las instalaciones deportivas y de las familias afectadas por la inundación.
Tanto Colón como Unión pudieron recuperarse y volver a competir en sus respectivos torneos. La inundación de 2003 dejó una profunda huella en la ciudad de Santa Fe y sus habitantes, pero también demostró la solidaridad y el espíritu de superación de su comunidad.
Fuente Soy Deportes
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