El fútbol argentino no se caracteriza por su paciencia. Si no se dan los resultados esperados en un breve lapso de tiempo, los proyectos -por llamarlo de una manera un poco ingenua- llegan a su fin rápidamente, salvo grandes excepciones. Así, los técnicos son los primeros fusibles que se reemplazan. Ya son siete los entrenadores que dejaron su cargo en lo que va de la Liga Profesional, jugadas diez fechas.
¿El más reciente? Diego Flores de Godoy Cruz. 13 puntos sobre 30 y cortocircuitos con la dirigencia terminaron sellando su partida durante este lunes. Había protagonizado una fuerte conferencia de prensa cargando contra el presidente Alejandro Chapini.
Los otros que se fueron
El primero en integrar la lista de entrenadores echados fue el uruguayo Saralegui, quien había tomado el cargo en el Sabalero en noviembre del año pasado. Poco más de tres meses después, con un Mundial en el medio y cuatro partidos oficiales disputados en la Liga Profesional (1E y 3D), decidió de común acuerdo con la dirigencia dar un paso al costado.
La medida sorprendió hasta al propio DT que, después del clásico empatado 1-1 frente a Unión, se mostró convencido de seguir en el club. «Si con cero puntos tenía fuerzas, con uno me siento Tarzán», soltó.
Lo siguió el Cacique Alexander Medina que decidió dar un paso al costado tras caer 2-1 contra Boca en condición de local, por la quinta fecha del torneo local. Dicho encuentro fue el punto culmine de un flojo arranque de torneo, que tenía al Fortín en la zona baja de la tabla, con una victoria, dos empates y dos derrotas.
No obstante, los rumores de fin de ciclo ya venían escuchándose desde hace rato en Liniers a causa del flojo 2022 a nivel local, en el que Medina apostó a la Copa Libertadores, pasando a River en cuartos y perdiendo con Flamengo en semifinales. Con el torneo local descuidado, Vélez terminó en el 26° puesto.
El ciclo del entrenador charrúa culminó con 40 partidos y una cosecha de 11 victorias, 13 empates y 16 derrotas, pero sobre todo sin poder darle al equipo su voraz identidad, que lo posicionó como uno de los grandes nombres del fútbol argentino cuando estaba al frente de Talleres.
El tercero fue Abel Balbo en el Pincha. Tuvo uno de los arranques más decepcionantes del campeonato. Pese a tener uno de los planteles con más jerarquía del país, Balbo no supo darle su identidad de juego al equipo ni tampoco los resultados deseados para la hinchada, lo que provocó su temprano despido del cargo.
Mediante un comunicado oficial, la institución platense anunció la salida del DT: “Abel Balbo dejó de ser el entrenador de nuestro primer equipo y en la tarde de hoy pasó por City Bell a despedirse de los jugadores y el personal del Country Club”.
La situación no daba para más. Luego de las primeras seis fechas, el León se encontraba vigesimosegundo con cinco puntos (1V, 2E Y 3D). Sin embargo, la calidad de su plantel le exigía, por lo menos, pelear por estar entre los primeros cinco mejores del fútbol argentino.
Además, el ADN del equipo platense, relacionado a Carlos Bilardo, er completamente opuesto a la visión futbolística de Balbo, quien mostró una tesitura táctica parecida a la de César Luis Menotti. La historia del ex-jugador de la Selección Argentina con Estudiantes culminó tras la derrota 2-0 sufrida ante Unión el pasado 3 de marzo, en el estadio 15 de Abril de Santa Fé.
El cuarto entrenador en dejar su cargo fue el del Rojo, Leandro Stillitano. Más allá del cambio de dirigencia de Independiente no se modificó las exigencias de sus hinchas que, tras varios años de malas campañas, demandan, como mínimo, volver a ser competitivo en el ámbito local. Dicho objetivo no fue cumplido por Stillitano que, tras ocho fechas al mando del Rey de Copas, ganó un solo encuentro, empató cinco y perdió dos. De hecho, el par de derrotas fueron en el Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini frente a equipos que, en los papeles, eran menores.
A causa de ello, los fanas de Independiente apuntaron directamente contra el entrenador y, poco a poco, los dirigentes comenzaron a dudar de su arriesgada elección a principio de año. La tensa situación tuvo su culmine tras el insólito empate 2-2 contra Colón en Avellaneda, donde el Rojo dio vuelta el partido pero en el último minuto recibió un tanto de Wanchope Ábila que sentenció el futuro de Stillitano.
A pesar de que, instantes después del duelo, el ex-ayudante de Ariel Holan confirmó que «tenía fuerzas para seguir» al mando del plantel, la dirigencia discrepó con su punto de vista, le plantearon su preocupación por la campaña realizada y, finalmente, emitieron un comunicado anunciando la salida del entrenador “de común acuerdo”.
En la lista y con el quinto lugar llegó el turno de otro grande como Boca Jrs. y Hugo Ibarra. Después de 36 partidos dirigidos, donde obtuvo 20 victorias, siete empates, nueve derrotas y dos títulos (Liga Profesional 2022, Supercopa Argentina 2023), el Negro fue echado del club por el propio Juan Román Riquelme, quien tuvo en cuenta tanto el rendimiento futbolístico (14° en el torneo local) como la tensa relación del cuerpo técnico con el plantel para tomar la decisión.
A pocos días de debutar en la Copa Libertadores y horas después de haberle ganado 2-1 a Olimpo por los 32avos de la Copa Argentina, la institución decidió comunicar el despido de su DT, que se encontraba en la cuerda floja desde aquella derrota frente a Talleres, por la tercera fecha del actual campeonato.
El encargado de comunicar la dura determinación fue Mauricio Chicho Serna, integrante del Consejo de Fútbol boquense. «Hemos tomado la determinación de que este cuerpo técnico no continúe, estuvo hasta hoy, o mañana que se despiden de los jugadores. No hay mucho más que decir. Estamos muy agradecidos, son nuestros amigos, pero estamos acá para tomar decisiones”, manifestó.
Y le llegó el turno a Unión y a Gustavo Munúa. Pese a firmar su renovación de contrato unas pocas semanas atrás, el DT uruguayo fue criticado tanto por los hinchas como por los propios dirigentes y, horas después de la derrota ante River en el Monumental, fue despedido de su cargo.
Si bien su ciclo en el Tatengue arrancó de una manera realmente ilusionante, con un equipo que se mostraba intenso y obtenía victorias ante equipos grandes, lo cierto es que dicha voracidad fue desmejorando hasta llegar a la floja actualidad, que colocó al conjunto santafesino en la 27° ubicación del campeonato tras obtener solo siete puntos (1V, 4E Y 4D).
Ya para el final de la novena fecha, donde el Tate cayó 1-0 frente al Millonario, la cuenta oficial del club confirmó la salida del estratega charrúa: «El Club Unión comunica que Gustavo Munúa no continuará al frente del primer equipo. Agradecemos a Gustavo y a su Cuerpo Técnico por esta etapa juntos, y les deseamos lo mejor de cara al futuro. Desde este martes, Marcelo Mosset asume de manera interina».
Por último y ya apuntado al principio Diego Flores de Godoy Cruz se sumó a la lista negra de entrenadores que dejaron su cargo en la Primera del fútbol argentino.
Con info de Radio Gol y Olé