Copa Argentina Importante

VIDEO: Newell’s y otra lacerante eliminación de Copa Argentina

VIDEO: Newell’s y otra lacerante eliminación de Copa Argentina

En San Nicolás, Newell’s extendió sus padecimientos en esta competición con una dolorosa derrota por 1 a 0 ante Claypole, el puntero de la C.

Podía ser una instancia trampera, y este Newell’s no la supo eludir. Aparecieron otra vez las complicaciones que suele introducir esta competición, tan socarronamente esquiva para la suerte leprosa. La derrota 1-0 con Claypole en el debut por Copa Argentina representó una perturbadora estación de retroceso para el equipo rojinegro. No pudo despejar los viejos fantasmas a tiempo.

No pudo empezar a escribir el primer capítulo de una nueva historia de una posible reconciliación con este certamen.

Esta dolorosa caída conformó una peligrosa señal de alerta, justo en los primeros pasos del ciclo que encabeza Gabriel Heinze. Fue un tropiezo en el momento menos propicio. Por propia impericia cerró de arranque la apertura de un nuevo frente de batalla.

Las particularidades de este contexto resaltan que el partido debut por Copa Argentina atesoraba en su interior un poder de influencia con características propias. Y Newell’s atentó contra su propia suerte. Por eso, la derrota caló tan hondo en el ánimo de los leprosos.

El enfrentamiento ante un rival de la Primera C, potencia todo lo malo. Ubica las conclusiones muy cerca del papelón. Era un arma de doble filo. Todas las obligaciones estaban del lado de Newell’s y eso lo sobrepasó.

En ese marco, la apuesta por un cambio de esquema (con tres atrás) y el mix entre suplentes y titulares no funcionaron como la había ideado Heinze y sus colaboradores. Y esa confusión, ni siquiera le permitió acercarse a chances de empate.

En el arranque del partido, Newell’s sorprendió con tres atrás. En el medio, con cuatro volantes y Pablo Pérez bajando para tomar las riendas y armar todo desde atrás, intentaba buscar socios de ocasión, que nunca aparecieron.

A la apuesta leprosa le costaba generar acciones favorables. Así, las insinuaciones iniciales eran Claypole. Todo lejos del peligro real. Así transcurrió la mitad de la etapa inicial

Al conjunto rojinegro le faltaba claridad en los metros finales, y se diluía entre los errores y las malas decisiones. Aguirre no estaba iluminado y no las terminaba bien. Y Reasco y Giani se estrellaban contra su angustiante chatura.

En ese terreno de incertidumbre, al menos Newell’s usó la pelota parada. Pablo Pérez y Balzi provocaban faltas que derivaron en la más peligrosa de ese parcial.

A los 27’, un tiro libre de Aguirre fue cabeceado por Mansilla adentro del área y Ortiz estuvo a punto de abrir la cuenta. Esos envíos servían ante un equipo sin ideas, que generaba poco en ataque.

En todo ese trayecto, la línea de 3 atrás nunca representó garantías. Y Claypole igual inquietaba aún con sus limitaciones. El 0-0 del descanso castigó a un Newell’s pálido que estuvo lejos de poder imponer condiciones y llevar al desarrollo a un sendero favorable.

En el complemento llegó lo más fuerte. A los 4’, Claypole dio el gran golpe en la primera acción seria del partido y Llodrá pudo definir dentro del área tras un rebote, ante todo Newell’s que miraba. Esa anotación le inyectó tensión a un partido que nunca entró en las canales que podían favorecer a los dirigidos por Heinze.

Fue un tremendo golpe, del que no pudo recuperarse. Y, desde ahí, todo se confeccionaba con pocas ideas. Allí, solo le vergüenza deportiva de Pérez mostraba alguna tibia señal de reacción. Y el ensordecedor aliento de los hinchas reclamaba algo más, pero desde la cancha surgía muy poco.

A los 17’, con el ingreso de Mosquera, rearmó la línea de 4 atrás. Y con Sforza, Menéndez, Recalde y Ferreira adentro, trató de darle ímpetu y peso ofensivo a una corajeada que nunca apareció.

Con Ferreira aparecieron algunas intenciones de asociación para cambiar el rumbo del partido, pero esos esbozos se desdibujaban rápidamente y convertían en figura al arquero rival.

Recalde estuvo cerca en una jugada confusa, a los 25’, pero la sacaron antes de que se transforme en gol. Todo era así, preso de su propia necesidad.

Mosquera también tuvo otra, a los 31’, en una incursión en el área rival. Y dos tiro libres de Ferreira exigieron al uno del conjunto tambero. Claramente, el destino le volvió a dar la espalada a Newell’s.

El partido se fue yendo y desangrando entre tanta impotencia. Y la sensación que merodeó la finalización del duelo, fue ¿qué hubiera pasado si la lepra hubiera jugado todo el partido como en el tramo de cierre?

De esta manera, con este tremendo porrazo Newell’s demostró que todavía es un equipo en formación. Y que no le sobra nada para especular en ningún partido.

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