El ex-DT de Perú, quien se formó en el Xeneize como jugador y quedó marcado por su pase al Millonario, reconoció que está dispuesto a trabajar en el club de La Ribera, aunque no lo llamaron.

Ricardo Gareca siempre aparece en el radar de Boca para ser el entrenador cada vez que los resultados no acompañan, especialmente durante los últimos años por su buena relación con el vicepresidente Juan Román Riquelme. El Tigre, ya sin trabajo tras su paso por la selección de Perú, volvió a referirse a la chance y le abrió las puertas al Xeneize. Además, aseguró que no se negaría más allá de cuál pueda ser la reacción del hincha, que lo mira de reojo por su partida a River cuando era jugador.

En una entrevista en ESPN, el exfutbolista aseguró que está dispuesto a volver a trabajar en el país y especialmente en el Xeneize. «Si me llama un club de la Argentina dirigiría. En Boca tuve una historia que el hincha no olvida, pero no son los que deciden más allá de que puedan opinar. Los dirigentes son los que definen y tienen que estar convencidos de contratarme, cosa que no ha ocurrido. Nunca se inclinaron por mí. Soy muy respetuoso de la opinión de los hinchas», indicó.

A su vez, volvió a remarcar que estaría dispuesto pese a lo que podría sentir los simpatizantes del club. «No contemplaría los hinchas, la gente es muy pasional, se puede tornar agresiva pero es lo más legítimo que tiene el fútbol. A nosotros viene un club, nos pone más dinero y nos vamos, pero el hincha no traiciona, es fiel, le puede llegar a doler», reconoció.

Por otro lado, reveló que solo fue contactado desde el conjunto de La Ribera durante la presidencia de Daniel Angelici. «En un momento me descoló, parecía que había información muy cierta de todo, pero nunca recibí una llamado concreto. La única vez fue con Angelici, pero ya estaba en contrato con la selección peruana, no tenía la manera de salir», detalló.

A su vez, rememoró su etapa como futbolista en la que quedó marcado por haberse formado en La Ribera y luego pasar al Millo junto a Oscar Ruggeri en 1985. «El hincha no lo va a entender de ninguna manera, éramos jugadores formados en Boca, pero ese momento del club era irrepetible. Nos tocó vivir dos o tres años muy difíciles. Todo le plantel pidiendo la libertad de acción, ocho meses sin cobrar. Cómo hacés para pensar que ocurriría en Boca», se sinceró.

En la misma línea, el Tigre confesó: «Nunca quisimos ir a River, le dimos a Boca todas las facilidades, aceptamos quedarnos por la mitad pero llegaron todos los cheques para atrás». Asimismo, contó que fue un momento duro para él. «Otras hinchadas nos decían que éramos traidores, incluso hinchas de otros equipos, la pasamos mal. Hoy no pasa nada con los hinchas. Hay de todo, pero nunca me trataron con falta de respeto ni tuve una agresión en la calle», agregó.