El equipo de Facundo Sava, ya descendido, derrotó a Godoy Cruz como visitante con un gol de Jonás Acevedo, de penal a los 8 minutos de la primera etapa. Patrón siguió compitiendo pese al descenso y se llevó tres puntos por la zona cuyana.
Fue otra muestra de la imprevisibilidad del fútbol, sobre todo en Argentina. Patronato había perdido la categoría el sábado (con el triunfo de Arsenal contra Central Córdoba) pero este domingo salió a la cancha frente a Godoy Cruz en Mendoza como si aún estuviera compitiendo por la permanencia en Primera.
En cambio, el local apenas generó una situación de gol accidental (pegó en el palo) en los minutos iniciales y deambuló el resto del partido cuando tenía la chance de despedirse de sus hinchas con una victoria después de ocho partidos. Por eso, a pesar de que el zonzo penal cometido por Pier Barrios le allanó el camino, el equipo de Sava dejó una imagen de hidalguía y honor en su presentación en Mendoza.
De esta manera, Patronato tomó confianza para afrontar el gran desafío de la semifinal de la Copa Argentina frente a Boca, que se disputará el miércoles de la semana que viene: 26 de octubre.
No se puede omitir la influencia de la tontería del defensor del Tomba, que fingió una falta en ataque y levantó la mano para reclamarle al árbitro Dóvalo, pero ese brazo en alto interceptó un centro y se transformó en penal. Sin embargo, el Patrón siguió generando peligro y pudo convertir dos goles más en el primer tiempo.
En el complemento cambió poco porque el local siguió en el modo light que atraviesa desde hace rato. Sólo se enchufó en los diez minutos finales y el arquero Matías Mansilla evitó el empate con tres atajadas de Primera. Para dejar en evidencia la injusticia de su descenso en una temporada con 50 puntos sumados.