Con goles de Benedetto, Morales y Langoni, el Xeneize venció 3-2 al Cervecero por los cuartos de final del torneo más federal del país. Los gritos de la cerveza fueron de Bonetto y Pavone.
Boca iba en busca de las semifinales y lo consiguió: le ganó 3-2 a Quilmes en el estadio Malvinas Argentina, por los cuartos de final de la Copa Argentina. Darío Benedetto, Gonzalo Morales y Luca Langoni fueron los autores de los goles de los de Hugo Benjamín Ibarra, que se verán las caras con Patronato en la próxima instancia. Por su parte, Gonzalo Bonetto y Mariano Pavone gritaron para el Cervecero.
Las emociones estuvieron a flor de piel en suelo mendocino. A tan solo cuatro minutos de que Ariel Penal pitara el inicio del encuentro el Cervecero se puso en ventaja gracias a Julian Bonetto. El volante aprovechó un desajuste de la última línea azul y oro y desenfundó un zurdazo al ángulo que dejó sin opciones a Javier García.
Sin embargo, tres minutos más tarde, a los siete, el Xeneize no se iba a quedar con los brazos cruzados y mediante una gran maniobra de Darío Benedetto puso el 1-1 parcial. El goleador de la Ribera la bajó de pecho dentro del área rival tras un tiro de esquina de Óscar Romero y de derecha estampó cifras iguales.
Luego del empate del conjunto de Ibarra, las situaciones de peligro no pararon de brotar y cuando los de Walter Coyette se encontraban en su mejor momento y asediaban los tres palos de Boca, Gonzalo Morales entró en escena y tuvo su bautismo de gol en la Primera de los de Brandsen 805. El Toro, como se lo apoda al juvenil, recibió un preciso centro de Agustín Sández a los 33 minutos de la primera mitad y con un zurdazo de pique al suelo dibujó el 2-1.
Ya en el complemento, la dinámica y el rito del juego se achato un tanto en comparación a la primera mitad, pero los goles continuaron brotando. Al minuto 13 del segundo tiempo, Luca Langoni (que ingresó por Benedetto) una vez más volvió a marcar y así llevó la diferencia momentánea de los de Ibarra a 3 goles contra uno.
No obstante, los del Sur de la provincia de Buenos Aires no bajaron los brazos y fueron en busca del gol que les de el descuento y así mantener viva la esperanza. Lo consiguieron al minutos 19, cuando Mariano pavone impuso su físico dentro del área adversaria y con un derechazo potente infló la red para el 3-2.
Cuando Quilmes llegaba al descuento, increíblemente la parcialidad cervecera comenzó a generar disturbios en las tribunas: arrojaron piedras, botellas y butacas tanto a los plateistas de Boca como hacia el campo de juego. Por ello, Penel decidió demorar el juego hasta que las condiciones vuelvan a estar dadas.
De hecho, los incidentes y la posterior demora del duelo, fue netamente perjudicial para la cerveza, ya que tras la reanudación del mismo el equipo perdió todo el ímpetu que estaba mostrando para dar vuelta el partido. Asimismo, los de Ibarra tuvieron dos chances de gol muy claras, pero en ambas ocasiones el palo le negó el grito a Morales.