En un verdadero partidazo cargado de golazos en el Coloso Marcelo Bielsa, que contó con la presencia de un ídolo como Mauricio Pochettino, Newell’s, que sigue en búsqueda de entrenador, cayó por 3-2 ante Central Córdoba de Santiago del Estero y agudizó su mal momento. Mateo Silvetti y Matko Miljevic anotaron para La Lepra, pero el Ferroviario lo dio vuelta a través de Rodrigo Atencio, Lucas Hoyos en contra y Favio Cabral.
El duelo comenzó parejo, de ida y vuelta, y el que logró romper el cero fue el equipo dirigido interinamente por Gabriel Medina. Mateo Silvetti agarró un rebote, enganchó desde afuera de la medialuna del área y sacó un exquisito remate al ángulo para abrir el marcador.
Sobre el final del primer tiempo, los de Omar De Felippe, que ya lo merecían, encontraron el empate. Yonatthan Rak recuperó atrás de mitad de cancha y se mandó al ataque a pura gambeta hasta que le cedió la pelota a Rodrigo Atencio, quien controló desde afuera del área, se perfiló para la zurda y la colgó del ángulo derecho de Lucas Hoyos.
En el arranque del complemento, Newell’s golpeó rápido en una jugada preparada de pelota parada. En un tiro libre desde el sector derecho a la altura del área, Éver Banega sorprendió, la jugó corta y apareció Matko Miljevic para sacar poner la pelota abajo contra el palo izquierdo de Luis Ingolotti.
Antes del cuarto de hora de juego de la segunda mitad, José Florentín se animó a meter un potente bombazo de media distancia que reventó el travesaño pero la pelota le pegó en la espalda al arquero Lucas Hoyos y se metió en el arco. Además, sobre los 29 minutos, y luego de una gran combinación colectiva por izquierda, Favio Cabral ganó de cabeza en el área y lo dio vuelta para la visita.
Fue final 3-2 para Central Córdoba, que volvió al triunfo tras cuatro partidos y alcanzó los 28 puntos en la tabla de posiciones de la Liga Profesional. Por su parte, Newell’s, que sigue en búsqueda de un entrenador tras la salida de Ricardo Lunari, sigue con 21 puntos en el penúltimo lugar y acumula seis encuentros sin conocer la victoria.
