Ya no es novedad la sorpresa y admiración que provoca La Bombonera, el estadio de Boca, en los futboleros extranjeros, que no están acostumbrados a los modos y la pasión que se transmite en las canchas argentinas. Pero, esta vez, la fascinación fue todavía más lejos, porque el Alberto J. Armando fue elegido como el mejor del mundo en un ranking armado por un prestigioso medio deportivo europeo.
El portal Four Four Two, que se caracteriza por armar este tipo de listados, ubicó al recinto situado en Brandsen 805, en el sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como el número uno del universo, incluso por delante de otros lugares importantes, tales como el Monumental de River, el Camp Nou de Barcelona y el Signal Iduna Park de Borussia Dortmund.
En este sentido, le dedicaron sendos elogios al ambiente en pos de enumerar las razones por las que encabeza este selecto grupo: «Es una estructura arquitectónica maravillosa, un peregrinaje futbolero que todos los fanáticos del mundo deberían conocer al menos una vez en la vida».
A su vez, valoraron el hecho de que «a pesar de que el espacio era pequeño, el club ideó una solución para construir un tamaño adecuado al terreno que tenían». En tanto, sentenciaron: «El resultado fue una cancha con una forma característica de ‘D’ y una acústica maravillosa, un caldero apasionante que incorporó el apodo de Bombonera. Es un templo del fútbol, donde Diego Maradona jugó en 1981 y organizó su partido despedida».
Además de ponderar la incondicionalidad de sus hinchas y la vibrante popular, Four Four Two cerró su artículo con una reflexión del tradicional movimiento que realiza la estructura cada vez que Boca convierte un gol: «Un dicho popular de Argentina reza que ‘La Bombonera no tiembla, late’. Es un estadio que vive y respira. El efecto que provocan los cantos, los aplausos y, sobre todo, el salto de la hinchada hace vibrar el suelo como un pequeño terremoto».