El desembarco de Foster Gillett en Sudamérica fue un completo fracaso. El magnate estadounidense, que incursionó por primera vez en el fútbol en Liverpool de la Premier League, al que dejó casi en la quiebra, repitió sus malos manejos en Uruguay y Argentina.
Gillett formó parte de la junta directiva que gerenció al Liverpool: en 2007, su padre George Gillett junto a Tom Hicks compró la institución por 500 millones de libras esterlinas y estuvieron en el mandato hasta octubre de 2010. La gestión se convirtió en «una pesadilla para los aficionados», según relató Mirror, debido a las promesas incumplidas y a las deudas que dejaron en su salida, de cientos de millones de libras.
Por otro lado, al momento de su salida, el directorio de Liverpool aprobó la venta al fondo NESV (New England Sports Ventures), pero Hicks y Gillett se oponían ya que consideraban que la oferta era demasiado baja, por lo que acudieron a la justicia británica, que falló en contra de los empresarios y no pudieron detener la venta.
Benítez llamando a otro entrenador y no pudieron cumplir ninguna de sus promesas: no llegaron títulos y todavía no ha empezado la construcción del nuevo estadio en Stanley Park», describió el medio.
Por otro lado, Foster Gillett intentó comprar una parte mayoritaria del Hearts FC de Escocia en 2020 y fue rechazado: el empresario intentó ponerse en contacto con la propietaria de ese entonces, Ann Budge, pero su propuesta no fue aceptada. El acuerdo de Budge era cederle a la «Fundación de Hearts» el control del club y que la propiedad sería transferida a los fanáticos.
En tanto, en 2022 probó suerte con Francia: llegó a un acuerdo para comprar el Olympique de Lyon por alrededor de U$S 600 millones, pero las negociaciones «se estancaron», según reveló The Athletic, y finalmente John Textor se convirtió en el accionista mayoritario del club francés.
A finales del 2024, con la compañía del empresario Guillermo Tofoni, desembarcó en La Plata en el que intentó firmar un acuerdo con Estudiantes y Juan Sebastián Verón. El mismo no terminó de convencer a sus pares de Comisión Directiva y socios en general, por lo que se dio marcha atrás, aunque en la antesala los manejos ya comenzaron a hacer ruido puertas adentro.
El empresario prometió dinero que nunca llegó a UNO, salvo por el préstamo de U$S 15 millones para que Cristián Medina ejecutara la cláusula de salida de Boca y llegara al “Pincha”. Debido a esto, el “León” no recibirá ningún peso cuando el volante emigre. El resto, quedó en la nada, como en Rampla Juniors.
A la par de su arribo a la ciudad de las diagonales, Gillett y Tofoni acordaron la Sociedad con el “Picapiedras”, al que dejaron en ruinas y sin ningún tipo de aporte. “Gillett señaló que es un proyecto a largo plazo que apunta a 30 años”, mencionó Gastón Tealdi, el actual presidente de Rampla, quien confía hasta el día de hoy en la continuidad del “proyecto”, más allá de ir hasta Estados Unidos a buscar nuevos inversores.
Cambió el escudo, aportó dinero en solo dos ocasiones – en su arribo (U$S 700 mil) y cuando intimaron al club con el descenso administrativo (debió pagar U$S 90 mil a la AUF para evitar el descenso) -, las obras no iniciaron y las deudas con empleados se incrementaron hasta los U$S 7 millones. El final, anunciado: descenso al amateurismo hasta de las juveniles.
Con la investigación por lavado de dinero en curso, los socios y afiliados del club uruguayo buscaron revocar la sociedad en dos ocasiones, en ambas los directivos le dieron la espalda y, ahora, acudirán al Estado para finalizar con el contrato con la SAD y Foster Gillett, que no cumplió ninguna de sus promesas y, como si fuera poco, desapareció del mapa.
La situación (evitable) escaló a tal punto debido a que hay una orden interna de «no romper la Sociedad” en plena investigación de Gillett y Tofoni por lavado de dinero. La causa, que nació en Argentina, podría sacudir los cimientos de Rampla (y por consecuencia a sus dirigentes) en los próximos días.
Valentín Gómez y Rodrigo Villagra, los otros fracasos de Gillett en Argentina
No solo fracasó en Liverpool, Estudiantes y Rampla, sino que también el empresario (junto a Guillermo Tofoni) lo hicieron con dos operaciones que tienen a futbolistas como protagonistas: Valentín Gómez y Rodrigo Villagra.
Al defensor de Vélez le prometieron un desembarco seguro en la Serie A y estuvo un mes entrenando en una plaza en Italia, esperando el dinero de la cláusula de salida. ¿Cómo fue el final de la novela? Gómez se cansó y, obligado, regresó al “Fortín” con toda la gente en contra y corriendo desde atrás. Hasta perdió la posibilidad de ser convocado por Scaloni.
En paralelo a los desmanejos con Vélez, Gillett y Tofoni complicaron la situación de Rodrigo Villagra, que tuvo una caótica salida en River ¿El motivo? Los mismos que Gómez. Ante esto, el “Millonario” denunció penalmente a Foster Gillett, Guillermo Tofoni y Juan Manuel Cobian por haber defraudado los intereses del club en el frustrado pase de Villagra. El club aseguró que la maniobra desplegada por los empresarios causó un grave perjuicio al patrimonio de la institución y podría ser considerada un desbaratamiento de derechos acordados.
De acuerdo al expediente al que pudo acceder Doble Amarilla, la denuncia se radicó por los “delitos de estafa y desbaratamiento de derechos acordados”.
La novela terminó con la venta del futbolista, que entrenó aparte producto de promesas incumplidas, a Rusia. CSKA Moscú adquirió el 50% del pase de Rodrigo Villagra en u$s 4 millones, más un millón en bonos.
Fuente: Doble Amarilla
