Francisco Trincao, compañero de la Pulga en la temporada 2020/21, comentó que se sintió incómodo con un hábito del astro argentino.

Lionel Messi es sin duda el jugador más importante de la historia del Barcelona. En sus casi dos décadas con la camiseta blaugrana, dejó una huella en cada uno de los jugadores con los que compartió vestuario. Todos lo llenan de elogios por su forma de jugar, su humildad, su liderazgo y muchos otros factores que hacen aún más grande al mejor de la historia. Sin embargo, Francisco Trincao, excompañero suyo en la temporada 2020/21, comentó que se sintió algo incómodo con una «rara» costumbre del astro argentino.

El portugués llegó al Barça a sus 20 años, tras haber sobresalido en el Sporting Braga. Esta oportunidad en su carrera fue igual de irrechazable que de desafiante y él mismo admite no haber estado a la altura: «Tener 20 años y que venga un club como el Barça y te diga que te quiere, no creo que alguien pueda decir que no y que tienes que dar un paso más pequeño. Ahí tú piensas que hacer las cosas bien y jugar ahí, nunca hubiera dicho que no al Barça, pero la madurez viene con el paso del tiempo».

En aquel año compartió plantel con figuras de la talla de Messi, Antoine Griezmann, Sergio Busquets o Gerard Piqué. Pero la curiosidad surgió al hablar de Leo, ya que tiene un hábito algo «rara» para él: “Convivir con él es un poco raro al principio y además es algo cultural de Argentina y Uruguay, que se dan muchos besos para saludarse y él me daba un beso por la mañana. Y, claro, yo llego al Barça y Messi te saludaba con un beso, era un poco raro. Después me acostumbré, pero al principio, en las dos primeras semanas, cuesta, claro, pero son personas como nosotros, es lo mismo”.

Pese a esta especie de incomodidad que tenía en un principio, Trincao destacó la forma de liderar de Messi: «Era más del ejemplo que de hablar mucho. Nos ayudaba en el campo, nos decía dónde teníamos que estar, que nos quedásemos en un sitio, que fuésemos a otro. Te decía algo y tú escuchabas porque sabías que lo que decía era verdad, él entendía el partido muy bien y cuando te decía algo, era muy tranquilo».

Juntos disputaron 42 partidos con el conjunto culé y ganaron la Copa del Rey. Tras finalizar aquella temporada, ambos dejaron el club. El argentino arribó al Paris Saint-Germain, mientras que el portugués se fue cedido al Wolverhampton de la Premier League. Actualmente se encuentra en el Sporting de Lisboa, donde encontró su mejor versión futbolística, fue campeón de la liga de su país y acumula 31 goles y 26 asistencias en 136 partidos.