El tendón de Aquiles parece ser una pesadilla sin fin para Luis Advíncula. Sin bien hasta ahora afortunadamente zafó de «romperme todo», tal como lo dijo él mismo, la molestia no cesa y ahora quien lo sufre además de Boca es la Selección de Perú. Según cuentan desde ese país, el Rayo debió someterse a estudios en la zona tras llegar a la delegación con dolor posterior al partido con Argentinos del último domingo.
«La lesión que tengo no es cosa del olvido. Por eso juego un partido y al otro no puedo jugar. Estuve a punto de romperme. No es que no hubiera querido jugar en la Copa América o que fue una simple molestia», confesó semanas atrás en una entrevista con Andrés Hurtado, y agregó: “Mucho tiempo se habló de que no quería estar en la Selección o que me cuido para venir a Boca. Yo tengo 14 años en la Selección. Me he matado siempre para estar».
Las palabras de Advíncula explican al pie de la letra su situación actual. Había descansado contra Belgrano en Córdoba justamente porque no estaba al ciento por ciento, volvió contra el Bicho este fin de semana y nuevamente resurgió esa incesante incomodidad en el tendón de Aquiles.
¿Qué pasará entones? Por lo pronto, en Perú son cautelosos y esperarán a ver que indican los exámenes médicos para luego tomar una decisión; es decir, si el entrenador uruguayo Jorge Fosatti lo tiene en cuenta para jugar el 15 de octubre contra Brasil (no podrá estar el 11 ante Uruguay por suspensión), o si directamente lo desafectan de la convocatoria y vuelve a Boca.