River le ganó 3-1 a Tigre por la 4ª fecha de la Liga Profesional y dejó atrás la caída ante Argentinos, gracias a los tres goles de Miguel Borja, dos de ellos de penal. Gonzalo Maroni había marcado del empate parcial del Matador en el final del primer tiempo.
El partido arrancó entretenido desde el primer instante, porque iba 1′ y una mala salida de Tigre más una serie de bloopers en el área del Matador casi se transforman en el primero de River, pero los de Victoria respondieron rápido y Armoa tuvo una clarísima tras enganchar un centro en el punto penal, rematando muy cerca del palo.
A los 11 llegó la jugada que abrió el marcador. Boselli gnaó de arriba en un tiro de esquina y la pelota dio claramente en la mano de Facundo Ferreyra. Borja se hizo cargo del penal y puso el 1-0 con un remate al palo izquierdo de Zenobio, que le adivinó la punta pero no llegó a taparle el disparo.
El colombiano tuvo otra chance más tras una linda jugada colectiva, pero su remate se fue por encima del travesaño, y pocos minutos después, a los 28, Tigre volvió a llegar con mucho peligro luego de una gran jugada personal de Cardozo, que se sacó a varios rivales de encima y tocó para Ferreyra: remató fuerte al primer palo y el poste le negó el empate.
Se terminaba el primer tiempo y Paulo Díaz se confió en un rechazo, la pelota dio en Armoa, que se metió en el área y fue derribado por Armani. Penal y el ex-Boca, Gonzalo Maroni, cruzó el remate y venció al 1 de River, que se tiró a ese palo pero no llegó a evitar el 1-1.
Parecía que se le complicaba la noche a River, pero el Millo resolvió el partido en 10′ del ST, gracias a la jerarquía de Borja. A los 7, el colombiano recibió un centro desde la derecha, controló a la altura del punto del penal y remató de media vuelta con la zurda para poner el 2-1 y 3′ más tarde se hizo cargo del penal que le hicieron a Solari, para marcar su hattrick.
Quedó mucho partido por delante y River no pudo aprovechar los numerosos contragolpes que tuvo como para ampliar la ventaja. Incluso, Borja tuvo una muy clara para un poker en su cuenta personal pero le dió mordido y afuera. Tigre no bajó nunca los brazos e intentó descontar como para ponerse en partido, pero nunca lo logró y así se fueron consumiendo los minutos hasta el final.
