Bayern Múnich y Real Madrid empataron 2-2 por la semifinal de ida de la Champions League. El encuentro se jugó en el Allianz Arena y tuvo como juez principal a Clément Turpin. Vinicius Jr. por duplicado para los españoles, en tanto que Sane y Kane lo igualaron para los locales.

En el estadio donde Cristiano Ronaldo fue un martirio apareció Vinícius para definir de primeras, sin pensarlo, tras correr al espacio a un pase que solo imagina un virtuoso. Toni Kroos, el jugador que pidió la pelota para devolver la calma exhibiendo liderazgo, presionado por tres rivales, inventó una asistencia que levantó el vuelo madridista sobre Múnich.

Los ajustes de Thomas Tuchel resucitaron a Bayern Múnich tras asomarse al abismo. Debía de asumir el riesgo de dejar espacios a la velocidad letal de Real Madrid. Así Manuel Neuer se disfrazó de héroe con un atajadón a mano cambiada al golpeo de Kroos en un contragolpe que pudo dar un golpe a la eliminatoria. Y el resultado fue la inversa en apenas segundos.

Desde la calidad individual y el cambio de banda de Leroy Sané con la entrada a escena de Raphael Guerreiro. Reculó Ferland Mendy cuando lo encaró. Sin ayudas ni un compañero que saliera al paso a tiempo de la acción hacia dentro y el latigazo seco al palo corto del extremo alemán. En dos minutos mostró todo su poderío ofensivo Bayern Múnich. Con una remontada exprés cuando Lucas Vázquez cayó en la trampa y derribó a Jamal MusialaKane no perdonó el penal para invitar a soñar a un estadio encendido.

Un nuevo reto ante el que responder para Real Madrid. Con ajustes tácticos de Carlo Ancelotti que devolvió a su hábitat a Vinícius, ubicó a Rodrygo en banda derecha, sacó del campo a Nacho, molesto por el cambio, y metió la potencia física de Eduardo Camavinga. Arriesgando al final para encontrar el premio del empate quitando al mejor de su equipo, Kroos, y a Jude Bellingham para dar entrada a Luka Modric y Brahim Díaz.

Fue cuando el liderazgo de Kroos lo asumió Vinícius. Cuando temblaba por alto en los córners la defensa madridista y Eric Dier perdonaba dos acciones francas para instalar una ventaja terrible para la vuelta. Con Musiala en el jardín de su casa divirtiéndose pero decisivo el brasileño que la pidió, encaró, remató pero se topó con Neuer e inventó la jugada que dio el empate.

La gran acción de Vinícius encontró a Rodrygo en la zona del nueve con un buen movimiento que sólo pudo ser frenado con el agarrón claro de Kim Min-Jae. No le tembló el pulso en el penal que dio forma a un doblete salvador que mantiene la racha de Real Madrid sin perder en Múnich y deja para el Santiago Bernabéu el desenlace rumbo a Wembley.

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