El pasado lunes, Unión y Platense empataban sin goles cuando se dio una situación increíble: un hincha se desmayó en la tribuna y los médicos de ambos equipos saltaron el alambrado para socorrerlo porque la puerta estaba cerrada.
En pleno partido, a los 4 minutos de la segunda parte, el público advirtió que un espectador se había desvanecido. Cuando los doctores del Tatengue y el Calamar se dieron cuenta, no lo dudaron: fueron hacia las gradas, treparon por una reja que no podía abrirse y se dispusieron a hacer su trabajo.