Néstor Gorosito necesitaba en el plantel un jugador que mueva los hilos dentro de la cancha, y en el día de ayer quedó demostrado que lo encuentró con Rubén Botta. Ante Lanús dio una muestra de toda su jerarquía que quedó reflejados en números finales: primero en toques (35), duelos ganados (6), pases dados en campo rival (31) y la estadística sigue.
No quedaron dudas que fue la figura del partido, con lo cual al término del encuentro dejó sus primeras impresiones con la sangre y luto. “Estoy muy contento de volver al fútbol argentino, siempre lo miraba, lo seguía, pero contento porque hay un gran grupo”, tiró de movida.
Y después, se enfocó en un partido crucial que se le viene a los sabaleros en Avellaneda. “El sábado tenemos la primera final, me voy muy contento por la victoria y el grupo”. Antes de su despedida, subrayó: “Tuve mucho tiempo de vacaciones, pero mis compañeros me la hicieron fácil, me pude adaptar por suerte rápido al grupo”.