La salida de Ricardo Gareca y la situación acuciante que vive el club encendió la esperanza de los fanáticos por el Virrey, quien supo decir que volvería si el Fortín «pelea el descenso». El conjunto de Liniers se encuentra sin entrenador y en un séxtuple empate por el descenso a la Primera Nacional según la tabla anual. Sin un rumbo claro y ante la necesidad absoluta para lograr la permanencia en la Liga Profesional, los hinchas se aferran a una ilusión que tiene nombre y apellido: Carlos Bianchi.
El anhelo del retorno del Virrey está anclado en una vieja frase que supo pronunciar hace algunos años, en una entrevista con La Nación: «No me arrepiento de no haber vuelto a Vélez. Yo había dicho que volvería a dirigirlo el día que peleara el descenso. No lo peleó y no me necesitaron. Aparte salieron muchas veces campeón sin mí. Vélez no me necesitó después de que me fui, tuvo muy buenos técnicos que fueron campeones».
Hoy, la realidad de Vélez es muy diferente a aquella en la que solía meterse entre los equipos campeones, peleaba copas internacionales y era protagonista en cada cancha en la que jugaba. Hoy, el Fortín es uno de los seis equipos que, de terminar hoy el torneo, definirían uno de los descensos a la Primera Nacional -porque Arsenal, último de la tabla anual, ya desciende por promedios-.