Además de apostar por Valentín Barco como titular, el entrenador Xeneze Jorge Almirón comenzó a incluir en las prácticas al volante de la Cuarta que tiene un pasado de película: con 7 años lo fichó el Merengue, lo tildaron como el nuevo Messi y la rompió en el Valencia.
Desde que comenzó su ciclo como entrenador de Boca, Jorge Almirón empezó a prestarle atención a los juveniles. No solo le dio la chance a Valentín Barco, sino que empezó a incluir en algunas prácticas a otras joyas, como el central Luciano Vallejo, y hasta se lo vio a Leonel Coira, un volante que también juega en la Cuarta División y es de las mayores promesas: antes pasó por el Real Madrid, estuvo en el Valencia y hasta lo comparaban con Lionel Messi.
Nacido en la localidad de Rauch, provincia de Buenos Aires, el 29 de marzo de 2004, comparte plantel con Vallejo y juntos fueron campeones en Sexta División en 2021 bajo la dirección técnica de Matías Donnet y Daniel Díaz. El juvenil de 19 años se desempeña como volante y lo puede hacer tanto de enganche o de interno por derecha, como un ocho. Actualmente vive en la pensión y juega la división que dirige Silvio Rudman y es el último paso previo a la Reserva.
Desde hace un tiempo, ambos son seguidos por el flamante entrenador del Xeneize que decidió empezar a incluirlos en algunos entrenamientos para que empiecen a ganar rodaje. Es que Coira además puede desempeñarse en una posición en la que el Xeneize cuenta con opciones pero no encontró rendimientos que convencieran. Sus características lo asemejan a un creativo, tareas que en el plantel actual se reparten Guillermo y Ezequiel Fernández y Óscar Romero.
El volante tiene una historia de película. Su padre Miguel se dedicaba a la formación de futbolistas y estuvo mucho tiempo trabajando en Venezuela en una academia propia por la que pasaron varios de los futbolistas que luego se destacarían en la Vinotinto, entre ellos a Salomón Rondón. Sin embargo, en 2003 la familia decidió regresar y al año siguiente se radicaron en el pequeño pueblo del interior de la provincia. La vida allí transcurrió en tranquilidad y al pequeño Leo aún no lo deslumbraba la número cinco.
Pero todo cambió cuando a Miguel le surgió una nueva posibilidad de trabajo ligada al fútbol. Un día un hombre fue a buscarlo para proponerle que replicara su método de formación en España. Sin dudarlo, se mudaron a Europa y allí, sin ningún indicio previo, el chico pidió que le compraran una pelota y empezó a jugar. Su padre lo llevó a entrenarse con los niños que dirigía en la Academia 2M12 y con apenas 4 años demostró que tenía un talento natural. Desde entonces, su carrera fue en ascenso.
Con apenas siete años, Coira fue fichado por el Real Madrid. La similitud de su historia, su nacionalidad, el look con melena y el hecho de que comenzó a destacarse desde temprano hicieron imposible que no se lo comparara con Messi, quien en ese entonces ya era la estrella del Barcelona. Todos hablaban del argentino que era «el nuevo Messi». Pero su estadía en el Merengue se cortó tres años después tras diferencias con el entrenador. Según contó en 2017 su papá en una entrevista con El Gráfico, Leo sufría discriminación de sus compañeros por ser argentino.
Cuando los gigantes de Europa se enteraron que el pequeño crack argentino ya no estaba en la Casa Blanca, a los Coira le llovieron ofertas. Con calma, la familia trató de no precipitar la decisión. A principios de 2011, el Barcelona era el candidato a quedarse con él pero por una sanción de la FIFA, si aceptaba debía pasar 15 meses sin jugar. Ese detalle llevó a que Leo se decantara por el Valencia. En su primer encuentro con esa camiseta se presentó con un golazo de tiro libre. En esa etapa también surgió la comparación con otro argentino: Mario Alberto Kempes, ídolo de los blanquinegros. También llegó a conocer a Enzo Pérez y Rodrigo De Paul.
Pese a que en el Valencia pasó tres años y a finales de 2016 le habían extendido su vínculo hasta 2020, cuando tenía apenas 13 años, el joven no se sentía a gusto en España y decidieron volver. Se lo disputaron River y Boca, pero finalmente se inclinó por el Xeneize por influencia de Ramón Maddoni, uno de los históricos formadores del fútbol argentino y quien trajo a Boca a varios cracks como Carlos Tevez y Leandro Paredes entre otros.
El juvenil tiene como ídolo a Juan Román Riquelme y pese a que todo indica que tiene un futuro promisorio, todavía no firmó contrato profesional con la institución en la que juega desde septiembre de 2017. Por lo pronto, Almirón ya lo tiene en el radar y no sorprendería si más pronto que tarde le da una chance.
TyC Sports y El Gráfico