La segunda temporada de Unión en la Liga Nacional de Básquet, después de su regreso tras 34 años, se está tornando más complicada que la primera. Si bien el equipo al momento del paréntesis por la última ventana FIBA está zafando del playout, en 27 partidos consumió dos entrenadores.
Juan Francisco Ponce dio un paso al costado el 19 de diciembre del año anterior, luego de la derrota en casa frente a Regatas Corrientes. Los rojiblancos habían cosechado 4 triunfos, ninguno en la ruta, y 12 caídas.
La dirigencia salió al mercado y logró el concurso del experimentado Gabriel Piccato, con paso incluso por la Selección Argentina. Asumió el 2 de enero y hasta el pasado viernes 17 de febrero, dirigió 11 partidos donde pudo alcanzar dos éxitos (Riachuelo en La Rioja y San Lorenzo como local) y 9 derrotas.
En su trayecto fue cuando más se tocó el roster rojiblanco: se fue Jordi Godoy (recaló en Central de Ceres) y a la par Gastón Bertona (Ferro). También abandonaron el equipo: John Merchant y Ayan Núñez de Carvalho. Por otra parte, arribaron el base U23, Emiliano Toretta más los extranjeros, Lamarshall Corbett y Elston Turner.
Unión marcha en la 18ª posición con registro 6-21, apenas por delante de San Lorenzo (5-22) y Atenas (2-24). Le alcanza por el momento para esquivar el playout por el descenso a la Liga Argentina.
Lo más concreto es que los jugadores volverán a entrenar este martes 21, a las 18, con Sebastián Puñet a cargo del equipo profesional. Se desconoce si será de manera interina o bien se sentará en el banco el 1 de marzo, cuando el Tate reciba a Gimnasia (CR) en la reanudación de la Liga Nacional.
Los directivos saben que hay pocas ofertas en el mercado y no sería descabellado apelar al joven santafesino para completar los 11 partidos que restan jugar por la instancia regular.
Uno Santa Fe
