Hace unos días, en Rosario se dio a conocer el informe de la auditoría que mandaron a realizar las nuevas autoridades de Rosario Central respecto de las deudas originadas por la anterior gestión. Se habla de una cifra de 4.000 millones de pesos, algunas de ellas tildadas de “impagables y de dudosa procedencia”. Se admite en ese informe que hay 1.000.000 de dólares reclamados por FIFA a favor de tres instituciones, entre las que se encuentra Unión.
En el caso del Tate, es por la venta de Damián Martínez. También en ese monto se encuentra la que mantiene con Racing de Montevideo por Zabala. Esto último llama la atención, pues en 2020, el ex vice, Ricardo Carloni, había señalado que se había llegado a un acuerdo con la entidad uruguaya por la parte del pase que le pertenecía (el 50 por ciento, el restante era de Unión).
Puede que haya mencionado un acuerdo, lo que no significa que se haya pagado. Respecto de Lucas Gamba, hay una sentencia a pagarle en marzo de este año a Huracán, pero Unión no tiene nada que ver ya que el jugador finalizó su contrato y se alejó del club en su momento.
El día amaneció lluvioso y amenazante en Buenos Aires. A medida que fueron pasando las horas y se acercó la del partido, el tiempo fue mejorando. Hubo un poco de alivio en la temperatura, lo cuál permitió que no se jugara con el sol a pleno (apenas una resolana) y una temperatura insoportable como la que, por ejemplo, debieron soportar quienes jugaron a la misma hora sus partidos de sábado y domingo.
Es difícil encontrar alguna cancha, sobre todo en Buenos Aires, en la que Unión haya estado tanto tiempo sin jugar un partido oficial. Hay clubes a los que enfrentó en otros tiempos del ascenso, caso Excursionistas por ejemplo, pero esto se dio en la década del 60. Acá estamos hablando de una cancha en la que Unión jugó dos veces y la última fue en 1946. Es decir que pasaron 77 años desde aquél partido. Las dos veces, Unión cayó derrotado por Barracas Central. Y en la tercera ocasión que lo visitó, en 1949, también perdió pero en cancha de Huracán, que está ubicada a tres cuadras de la de Barracas, cruzando una vía. El año pasado, Unión jugó con Barracas Central por primera vez en Primera y le ganó 2 a 1. El partido se jugó en cancha de All Boys en Floresta.
Estuvo presente en el estadio Chiqui Tapia el actual entrenador del seleccionado de la Liga Santafesina, Valentín Vera, papá de Federico Vera. “Estuve siempre acostumbrado a dirigir a chicos que luego llegaban a Primera, pero con Fede pasa algo especial. Sufro mucho, ahora estoy muy acostumbrado, hago mucha fuerza para que no se equivoque y me tengo que ‘aguantar’ los comentarios (risas)… Creo que este esquema lo favorece mucho más que el anterior. El hecho de jugar con un doble 5 lo ayuda a que esté un poco más respaldado defensivamente cuando se proyecta, ya sea porque un 5 se mete en la defensa o porque le hace el relevo. Fede tuvo varias chances de emigrar. Lo más cercano fue el fútbol brasileño”.
Como ocurrió en los otros partidos, con mucha anticipación se inició el trabajo precompetitivo de los arqueros de Unión. Luego entraron los jugadores de Barracas, posteriormente lo hicieron los otros futbolistas de la visita. En el momento del calentamiento de los jugadores, ya el sol caía como plomo en el Chiqui Tapia.
El presidente de Unión, Luis Spahn, estuvo en el estadio Chiqui Tapia. También se observó la presencia de Marcelo Piazza, que recorrió el campo de juego con Gustavo Munúa. Además de Spahn y Piazza, estuvieron Rafael Del Viso, José Cardonet y Jorge Cíceri.