El jugador de 39 años espera novedades sobre su situación judicial luego de que su abogado presentó condiciones para su libertad condicional.
Ya pasaron más de 10 días desde que los Mossos D’esquadra Massanet, la policía de Cataluña, detuvo a Dani Alves luego de ser acusado de abusar sexualmente de una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona cuando faltaban pocas horas para el final del año pasado.
Acusado de violar a una mujer, el futbolista brasileño pasa sus días tras las rejas en España
El astro brasileño, que viene de participar de la última Copa del Mundo que se disputó en Qatar con su selección, sigue detenido en una celda del centro penitenciario de Brians 2 ubicado en Sant Esteve Sesrovires a la espera de lo que sucederá con la presentación que realizó este lunes su abogado Cristóbal Martell ante la Audiencia de Barcelona.
El escrito, de unas 24 páginas, fue redactado con el objetivo de pedir la libertad condicional del ex jugador de Pumas de México. El letrado remarcó que no hay riesgo de que el lateral se fugue de la ciudad española si lo liberan y propuso varias opciones para lograr que su defendido pueda salir de la cárcel.
El posible uso de una pulsera para garantizar que el jugador se moverá dentro de un área específica fue una de las opciones presentadas. Otras que se barajan es la entrega de su pasaporte a las autoridades o la obligatoriedad de ir a firmar todos los días a los juzgados para confirmar su presencia en Barcelona.
Mientras se espera la resolución de la justicia, en las últimas horas apareció una voz que dio detalles de la vida de Dani Alves en prisión. Un equipo de Cuatro al día, programa del canal español se trasladó hasta la ciudad catalana y pudo hablar con un interno que puede ver cómo pasan las horas el histórico defensor de Brasil.
“Está en el módulo 13 con Coutinho que es amigo mío. Un brasileño. El otro día lo sacaron el director y la subdirectora. Se fueron a enseñarle todo lo que es el área de la zona deportiva. A la 13:30, a la hora de la comida”, explicó uno de los detenidos en la cárcel.
“Él camina normal y corriente. No hace vida especial, ni tiene una vida especial ahí, ni le tratan especialmente”, agregó el reo sobre la actitud que tiene Alves desde que llegó a la cárcel por el delito de violación que se lo acusa.
“La actitud que tiene es de aburrimiento, mucho, es una vida muy aburrida. Pero ha estado jugando al fútbol ya, ha estado haciendo unas jugadas a los chicos de ahí. Las personas que están con él están ahí por el mismo delito”, dijo uno de los reclusos del penal que habló de la estadía del futbolista brasileño.
“Es un buen chico, es un buen tío. Es súper tranquilo, le piden autógrafos… yo alucino”, concluyó un recluso detenido que se encuentra en otro módulo de la prisión.
En la presentación que hizo el abogado de Alves destaca el comportamiento que tuvo el ex Barcelona los días posteriores a que sucediera el hecho por el que se lo acusa. Luego de la denuncia que hizo la joven el 2 de enero, el jugador viajó de México a Tenerife para estar junto a su esposa Joana Sanz en el entierro de su suegra. Cuatro días después de eso, el 17, voló a la ciudad catalana y se instaló en su casa del barrio Esplugues. A las 72 horas, ya 20 de enero, fue al encuentro con las policías de la UCAS, que investigaban la denuncia por agresión sexual.
En el marco de la causa, los pasos que dio su defendido son importantes para su defensa, ya que para el abogado Martell, el lateral derecho siempre tuvo voluntad de colaborar con las autoridades judiciales y policiales. Luego de elevar el escrito al Juzgado de Instrucción Número 15, las partes de la causa tendrán cinco días para presentar sus alegatos. Luego de eso, se enviará toda la documentación a la Audiencia de Barcelona y serán tres jueces los que determinen el futuro de Alves.
Con info de Radio Gol, Diario Vanguardia de España e Infobae.com