La previa marcaba dos equipos con realidades similares, el local que llegó a este juego tras la victoria agónica sobre Riachuelo en La Rioja, mientras que Ferro venía de capa caída, arrastrando seis derrotas consecutivas.

Para destacar en el Tatengue fue el arribo de Lucas Arn en las horas previas, buscando reforzar el perímetro.

De arranque Unión salió explosivo en ataque, con varias corridas se puso rápidamente en ventaja. Ferro tan solo en una jugada aislada pudo anotar y tras distancia de más nueve en favor del local, el entrenador visitante acudió al tiempo muerto. A la salida, el Verdolaga emparejó el juego y así continuó el partido hasta el final del parcial.

De regreso al juego, en el inicio el Verdolaga prolongó su buen momento. Aprovechó la efectividad de Federico Grun desde los lanzamientos a distancia y se puso en juego. Gabriel Piccato tomó nota de esto, ajustó su defensa y, producto del buen regreso de Mateo Bolivar con dos triples consecutivos, estiró la brecha.

En el ida y vuelta del final la visita sacó provecho de su velocidad y se puso a una sola posesión en el luminoso, diferencia con la cual se fueron al descanso.

Nuevamente a la acción, un cuarto que se pasó muy rápido, ya que los ataques de ambos fueron muy rápidos, de stop y tiro que transformaron el encuentro vibrante y de alto vuelo.

El cierre del partido fue todo de Oeste. Con mucho amor propio la visita fue en busca del juego, primero para empatarlo, luego para pasar al frente y. por último. para cuidar un resultado que siempre fue apretado.

Victoria Verde que sirvió para cortar una racha adversa de seis derrotas consecutivas. Para Unión queda nuevamente el sabor amargo de no poder hilvanar dos triunfos consecutivos.

 

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